Diálogos de Paz

'Las Farc se debilitan', palabras de exguerrillero esperanzado con la paz

El exguerrillero de las Farc Medardo Maturana destacó hoy la "debilidad interna de la organización", debido al gran número de desmovilizados, y consideró que en estos momentos "la mejor salida es participar en política".

Colombia.com - Actualidad
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El exguerrillero de las Farc Medardo Maturana destacó hoy la "debilidad interna de la organización", debido al gran número de desmovilizados, y consideró que en estos momentos "la mejor salida es participar en política".

Destacó el papel del presidente Juan Manuel Santos en el proceso de cambio por el que atraviesa el país.

Maturana, conocido como "negro Tomás", en una entrevista con Efe junto a la exguerrillera Claudia Roa, alias "Brigitte", se mostró esperanzado con las conversaciones de paz que desde hace un año se llevan a cabo en La Habana entre el Gobierno y esa guerrilla y destacó el papel del presidente Juan Manuel Santos, que dijo "se la está jugando todas".

La guerrilla de las Farc, fundada en 1964, es la más antigua de América Latina y llegó a tener 20.000 integrantes, aunque actualmente no llegan a 8.000, según afirmaciones del presidente Santos.

Este exguerrillero, considerado uno de sus ideólogos, dijo sentirse decepcionado con las "discriminaciones y las injusticias" en esa organización y denunció el papel que tiene en "el negocio de la coca" o "la participación en la explotación indiscriminada del oro".

"En esta última etapa –manifestó- uno va viendo una serie de privilegios y vicios" que "le llevan a la decepción" y además, afirmó que ya no ve viable "la toma del poder por las armas".

"Toda la sociedad está apoyando el tema de la paz", subrayó Maturana que se encuentra en España para dar a conocer su experiencia en las Farc.

Según este antiguo guerrillero, "la tragedia humanitaria que ha significado la guerra en 50 años es indescriptible" y destacó la importancia que la paz tendría también en la economía colombiana, ya que al capital extranjero le interesa la estabilidad para poder invertir, concluyó.

Preguntado por la oposición que muestran los "uribistas" a las conversaciones de paz, Maturana dijo que "son una minoría", frente a "la mayoría de la población y sus organizaciones, que están de acuerdo.

En referencia a la presidencia de Álvaro Uribe, dijo que "la gente quedó cansada y quiere una salida política, una salida humanitaria".

También entre los militares se da esa prioridad y afirmó que las unidades del ejército trabajan más en conseguir desmovilizados que en bombardear.

Colombia cuenta con un programa de Atención Humanitaria al Desmovilizado del Gobierno Nacional, creado por el presidente Uribe en 2003, que le brinda apoyo psicológico, médico, educación y otros elementos que le permitan volver a la sociedad.

Según cifras de este organismo, más de 45.000 desmovilizados se han beneficiado de este proceso y más de 1.000 en el último año, desde que comenzaron las conversaciones de paz en La Habana, según el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.

Maturana, que se desmovilizó en septiembre pasado después de 23 años en la guerrilla, afirmó que cuando los guerrilleros se desmovilizan "los militares los reciben con los brazos abiertos", narró su propia experiencia y alabó "esta política de reconciliación frente a la política del odio de Uribe".

Respecto a sus planes de futuro, después de media vida en la guerrilla, afirmó que actualmente "es un objetivo militar de las Farc" y "hay que bajar el perfil", aunque al ser preguntado sobre una posible participación en política afirmó: "me gustaría".

Recordó sus orígenes en el compromiso político como dirigente de la Juventud Comunista en Colombia y su lucha por la justicia social y la defensa del campesinado.

Por otra parte, su compañera Claudia Roa, que sufrió dos abortos durante sus diez años en la guerrilla, contó que su experiencia "fue algo muy terrible" y que después de perder a su segundo hijo se planteó definitivamente "buscar la oportunidad de la salida" de las Farc.

Para Roa, la vida en la guerrilla es muy dura y no hay casi mujeres que lleguen a puestos destacados en la organización.

Respecto al futuro, se plantea acabar los estudios, aprovechar las oportunidades y "superar lo que pasó".

EFE