Se intensifican combates entre separatistas y Ejército en Kiev

Tres militares ucranianos han muerto y otros catorce resultaron heridos en las últimas 24 horas en las escaramuzas en las zonas de la llamada operación antiterrorista llevada a cabo por Kiev, informó el Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de este país.

Anteriormente, las autoridades ucranianas informaban sobre la muerte de un militar abatido por un francotirador.

"Ayer, en el curso del día, un paracaidista murió por una bala de un francotirador defendiendo el aeropuerto de Donetsk", según el parte militar.

La nota añadió que "otros catorce (efectivos) recibieron heridas de distinta gravedad y fueron trasladados a hospitales".

Por otro lado, los separatistas denunciaron hoy que la situación en Donetsk, baluarte de la sublevación prorrusa, "sigue tensa" y que durante toda la noche se registraban acciones de "grupos de reconocimiento y sabotaje" del Ejército ucraniano.

"Observamos actividad de grupos de reconocimiento y sabotaje y durante toda la noche, prácticamente a lo largo de toda la línea (de separación), se registraron breves tiroteos", dijo un portavoz de los insurgentes a la agencia rusa Interfax.

Agregó que en altas horas de la madrugada en las afueras de la localidad de Nikíshino se produjo un "intercambio de fuego de artillería" entre las tropas de Kiev y las milicias.

Entretanto, el oficialista grupo "Resistencia informativa" denunció alrededor de 40 bombardeos de las posiciones de las tropas por los rebeldes.

Los tiroteos más fuertes, según el jefe del grupo, Dmitri Timchuk, se dieron en las inmediaciones de Lugansk, Donetsk y Debáltsevo.

Mientras, el Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania anunció que la preparación de unidades de artillería antiaérea de la Guardia Nacional está en su recta final.

"Cada unidad formada por militares movilizados ha cumplido sus normativas fijadas y ha desarrollado la técnica de conducción de combate", afirmó el número dos del centro informativo del Consejo, Vladímir Polevói.

Señaló que algunas de esas unidades serán trasladadas al este de Ucrania para apoyar las acciones militares del Ejército.

Kiev no ha dejado de denunciar la entrada de tanques, blindados, cañones y tropas desde Rusia en la rebelde región ucraniana de Lugansk, cuya frontera está bajo el control de los milicianos prorrusos.

Mientras, Moscú ha negado rotundamente su presencia militar en las zonas del este de Ucrania sumidas en combates y abogó por atenerse al régimen del alto el fuego.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, llamó hoy en Pekín a agilizar la determinación de la línea de separación entre las tropas de Kiev y los insurgentes prorrusos.

Insistió en el cumplimiento de los acuerdos de Minsk que establecieron el régimen del cese el fuego en las repúblicas secesionistas y que ahora están en cuerda floja a medida que aumenta la tensión en el este ucraniano.

Las fuerzas leales a Kiev y los milicianos separatistas reanudaron el jueves los combates, en particular en torno a la ciudad de Donetsk, principal bastión rebelde, pese al alto el fuego que rige en el este de Ucrania desde el pasado 5 de septiembre.

Según distintas fuentes, unas 400 personas, cifra que incluye a milicianos prorrusos, soldados y civiles, han muerto en las regiones de Donetsk y Lugansk desde el alto el fuego acordado el 5 de septiembre.

Los combates cobraron fuerza después de las elecciones celebradas el pasado domingo en ambas regiones secesionistas y que, según Kiev, minaron los esfuerzos para establecer la paz en el este del país. Boris Klimenko. EFE