China ha llegado para aliarse con Rusia en el conflicto contra el Estado Islámico

El Estado Islámico apoya a los separatistas chinos uigures lo cual desencadenó la respuesta de Pekín, pues piensan que esa concesión quiere trasladar la guerra santa a territorio chino, por esta señal el presidente Xi Jinping y Vladimir Putin han cerrado un pacto militar de carácter estratégico para combatir al Estado Islámico.

El pacto ruso-chino incluye atacar a los islamistas en los territorios de Siria e Irak que controlan con el fin de debilitarles “en casa” y evitar que el autoproclamado Califato se extienda a zonas bajo influencia de cualquiera de las dos potencias.

La estimación de inteligencia por parte del continente occidental hace pensar:“El final de la Segunda Guerra Mundial fue hace 70 años y la unión de varias potencias con un mismo objetivo hace pensar en una guerra de categoría mundial”.

En el territorio sirio combaten al Estado Islámico: Estados Unidos, Rusia, Irán y ahora China, además de la coalición internacional integrada por 62 países impulsada por Washington para no combatir en solitario a los yihadistas hacen contemplar una tercera guerra mundial, lo cual sería desastroso para la vida de los inocentes que aún residen en Siria. 

La incorporación y alerta por parte de Pekín para iniciar una guerra en Siria contra el Estado Islámico será sin contemplaciones para evitar que el cáncer yihadista llegue a China, nada oculto para el mundo acerca del pensamiento oriental.