Nueva York, paralizada por una tormenta de nieve histórica

Nueva York, también conocida como la ciudad que nunca duerme, ha quedado paralizada desde anoche por una tormenta de nieve que se extiende al nordeste del país y que ha forzado a la gente a no salir de casa hasta que pase el temporal.

Nueva York, también conocida como la ciudad que nunca duerme, ha quedado paralizada desde anoche por una tormenta de nieve que se extiende al nordeste del país y que ha forzado a la gente a no salir de casa hasta que pase el temporal.

La fuerte tormenta de nieve ha interrumpido el tráfico normal en las calles de la ciudad, por disposición del alcalde, Bill de Blasio, y sólo se permite la circulación de vehículos de emergencia.

También quedó suspendido desde la misma hora el metro de Nueva York, que normalmente funciona 24 horas al día y transporta diariamente a unos seis millones de pasajeros, así como otros sistemas de transporte público, lo que impide a los neoyorquinos desplazarse por la ciudad de otra forma que no sea a pie.

Desde hoy, y hasta nuevo aviso, las clases han sido suspendidas en la ciudad de Nueva York y en otras zonas de la región más afectada por el temporal.

"Ésta será muy probablemente una de las tormentas de nieve mayores en la ciudad de Nueva York", advirtió anoche el alcalde De Blasio.

Las medidas son tan drásticas que afectan hasta a las bicicletas de transporte de comida a domicilio, muy populares en la ciudad y, como tuvo que recordar el lunes De Blasio a preguntas de los periodistas, "no son vehículos de emergencia" y, por lo tanto, tampoco pueden circular.

En total, la tormenta de nieve, que comenzó a generarse a lo largo del lunes y ganó intensidad poco antes de esta medianoche, afecta a localidades que reúnen unos 29 millones de habitantes, incluida Nueva York, la más poblada del país. EFE