Mujeres haitianas se forman en Colombia para ser policías

Después de casi un año formándose en Colombia, un grupo de diez mujeres haitianas está a punto de regresar a su país convertidas en policías profesionales, gracias a un programa financiado por EE.UU.

Después de casi un año formándose en Colombia, un grupo de diez mujeres haitianas está a punto de regresar a su país convertidas en policías profesionales, gracias a un programa financiado por EE.UU.

En enero pasado dejaron sus carreras profesionales de enfermería, medicina o relaciones internacionales para estudiar durante once meses en la Escuela de Policía de Sumapaz, en la localidad de Fusagasugá (a 64 kilómetros de Bogotá), dirigida por otra mujer, la coronel Yacqueline Navarro.

Judith German, de 23 años y natural de Hincha, en el centro de Haití, estudió dos años de enfermería y aún le quedan otros tres para graduarse, pero un día supo de este programa escuchando la radio y se decidió a participar.

German explicó a Efe que antes de llegar a Colombia quería especializarse en pediatría, pero ahora está decidida a estudiar ciencias forenses.

En los primeros meses estaban todo el tiempo las diez juntas, pero la dirección de la escuela decidió separarlas en grupos de dos y juntarlas con las estudiantes colombianas para que mejoraran el español y se integraran por completo.

Durante este tiempo, las estudiantes han recibido una formación humanística y han realizado prácticas de tiro, pero sobre todo se han especializado en infancia y adolescencia y es por eso que Sabine Celegrand, otra de las chicas, quiere trabajar para los más pequeños cuando sea policía.

Estudiante de relaciones internacionales, de 25 años y residente en Puerto Príncipe, Celegrand trabajó en una ONG para niños después del terremoto que en 2010 devastó Haití, del que aún no se ha recuperado.

"Estaba muy contenta de conocer otros países, más culturas, más gente y como mujer, de ver hasta dónde puedo llegar", dijo a Efe Celegrand, quien a la vuelta pretende compaginar su oficio de policía con sus estudios.

Es por eso que más allá de la formación como policías, Celegrand destacó que en Sumapaz han crecido como mujeres, ahora son "más fuertes y dinámicas" y saben que no hay nada que un hombre pueda hacer y ellas no.

La coronel Navarro destacó que las diez chicas "están haciendo algo importante para entregarle a su país. Cuando retornen van a profesionalizar su institución para que de esta manera puedan dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía de Haití".

Todas las chicas coinciden en que su formación las hará especiales a su regreso.

"Después de todo este tiempo acá en Colombia vamos a estar listas para trabajar para el progreso de nuestro país, especialmente de la policía de nuestro país", dijo German con un español mezclado con creole y francés, los idiomas que hablan entre ellas.

No va a ser automático, antes de incorporarse al cuerpo pasarán otros tres meses de capacitación para conocer las normas jurídicas de su país y entonces ya estarán listas para vestir el uniforme.

En la calle, tendrán que enfrentar retos como combatir el hurto, la violencia familiar o el tráfico y consumo de drogas, pero sobre todo lidiar con la violencia generada en Haití por ser el país de mayor desigualdad y pobreza de América Latina y el Caribe.

Sabine, Judith y sus ocho compañeras se graduarán a principios de diciembre y antes de Navidad regresarán a Haití, listas para ponerse al servicio de su policía, mientras que en Sumapaz, esperarán con los brazos abiertos a las próximas haitianas.

 

Albert Traver

EFE