Por: Redacción Actualidad • Colombia.com

Bogotá, golpeada por el peor atentado de los últimos 16 años

Como si fuera un día de aquellos en que los colombianos temían estar en la calle por amenazas de bomba. Así era la cara de desconcierto de los habitantes de Bogotá tras el atentado en la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander.

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El atentado ocurrió hacia las 9.30 a.m. del jueves. Foto: EFE
El atentado ocurrió hacia las 9.30 a.m. del jueves. Foto: EFE

Como si fuera un día de aquellos en que los colombianos temían estar en la calle por amenazas de bomba. Así era la cara de desconcierto de los habitantes de Bogotá tras el atentado en la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander.

La misma que se vislumbró en el presidente de la República, Iván Duque Márquez, quien claramente consternado, pedía a su cúpula que le ayudara a aclarar los hechos que dejan hasta el momento 21 víctimas mortales y por lo menos 68 heridos.

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Duque se desvió de un consejo que tenía en la ciudad de Quibdó, en el Chocó y llegó a Bogotá, al lugar de los hechos, donde condenó el ataque rechazó que sucedieran actos de terrorismo como este. "COLOMBIA se entristece pero no se doblega ante la violencia", dijo.

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Conforme pasaban las horas se conocían más detalles cada vez más escalofriantes. Las imágenes de las cámaras de seguridad dejaron ver cómo una camioneta pasaba el ingreso de la Escuela que se encontraba custodiada por policías.

Se ve que uno de los perros antiexplosivos reconoce que hay algo en el vehículo y que, acto seguido, el carro arranca, se lleva al policía que tenía enfrente, sigue y se estrella en el lugar donde solo había mujeres cadetes. Allí explotaron los 80 kilos de pentonita con el conductor dentro.

El panorama, que rápidamente comenzó a llenarse de imágenes duras, sin contemplación y mensajes políticos en redes sociales, era desconsolador. Policías corriendo para socorrer a sus compañeros, para salvar sus vidas, mientras de fondo, se hallaba la camioneta usada para el atentado en llamas.

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Cada vez que asesinan a u...

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Cerca a la Escuela no solo los policías corrían, en los hospitales donde comenzaron a llegar los heridos no daban a basto, el hospital El Tunal, Kennedy, el Policlínico del Olaya y el de la Policía.

En este último el día fue aterrador. Los médicos no podían evitar llorar al recibir a los heridos, al ver a jóvenes que perdieron partes de su cuerpo y otros que debían remitir porque ya se encontraban en estado crítico.

Las autoridades hicieron el llamado a los ciudadanos para que donaran sangre en el hospital de Kennedy, Hospital El Tunal, en la sede de la Policía Metropolitana de Bogotá (avenida Caracas con calle 6) y en el Super Cade de Suba. Ya en los lugares de acopio, las mismas personas pedían que los demás ayudaran con comida para darle a quien lo hicieran.

La Policía de Bogotá, la Alcaldía y la Fiscalía instaron a los colombianos a no compartir las imágenes que corrían en redes sociales, por respeto no solo con las víctimas sino con las familias.

Una persona señalada

La fiscalía, en cabeza del polémico Néstor Humberto Martínez, identificó a José Aldemar Rojas Rodríguez como el autor material del atentado. Tan solo con asegurar que era Rojas, el dueño la camioneta gris Nissan Patrol 1993, identificada con la placa LAF 565 y que era justamente la que se había visto en cámaras.

Sin embargo, muchos aseguran que el fiscal se apresuró en señalar a esta persona, pues también existe otra persona en lista de dueños del carro: Wilson Arébalo Hernández, a quien no se nombró dentro del caso que se encuentra en investigación.

Del atentado se dice que se tuvo que haber planeado durante meses y haber estudiado mucho la zona y los horarios y los eventos que se realizan allí. Familiares confirmaron que se hablaba de drones que habían sobrevolado la zona días antes.

Pero lo que más preocupaba, sobre todo a los familiares de los cadetes de los que aún no se sabe nada, es que deban utilizarse las cartas dentales y las huellas para identificar los cuerpos. Y sí, la zozobra de que este sea el primer atentado de otros que quizás, también vengan.

Luces por los cadetes caídos

Decenas de colombianos se concentraron durante la noche frente a la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander para recordar a quienes perdieron la vida durante el ataque perpetrado por un carro bomba.

Liderados por el periodista Herbin Hoyos, las personas mantuvieron luces encendidas para mostrar su solidaridad con los policías y su familias y con el pueblo ecuatoriano, quien perdió a la cadete Ericka Chicó, quien estaba de intercambio en Colombia. Los asistentes a la convocatoria portaban rosas blancas y velas para recordar a los cadetes.

Una Bogotá golpeada

No se hablaba en Bogotá de un atentado de esta magnitud desde la bomba del Club El Nogal que tuvo 36 víctimas mortales y dejó decenas de heridos en febrero de 2003. Ese año, hubo un culpable: las FARC se atribuyeron este acto terrorista.

Pero el de este carro bomba que explotó este jueves cerca de las 9.30 de la mañana en una escuela de formación de policías, no tiene un responsable. Ni los disidentes de la extinta FARC ni la guerrilla del ELN, que está a la espera del diálogo para proseguir en un proceso de paz, se adjudicaron este acto que el presidente no dudó en repudiar.

Tres días de luto decretó el presidente Duque por este atentado que aún tiene a las familias en vilo, a una escuela a media asta y a Bogotá, con zozobra y miedo tras sufrir el peor ataque por bomba de los últimos 16 años.

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