Yuliana Samboní y su corto paso por este mundo

La imagen de Yuliana Andrea Samboní ocupó la mirada de los medios de comunicación durante una semana. El rostro dulce y angelical quedo en la memoria de los colombianos como una más de las víctimas del abuso sexual y la violencia del que son objeto las mujeres en este país. 

Yuliana llegó a Bogotá cuando apenas era una bebé. Sus padres Nelly Muñoz y Juvencio Samboní habían llegado a la capital con sus dos hijas en busca de mejores oportunidades, pero, sobre todo, huyendo de la violencia que prolifera en el Cauca, región abandonada por el Estado.

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Al llegar fueron acogidos en un asentamiento irregular en el barrio Bosque Calderón, al noreste de Bogotá, muy cerca del exclusivo sector de Chapinero Alto, donde vivía el presunto agresor de Yuliana.

Ahora Yuliana no nos acompaña. Y aunque, quizá, el país quería dar un sentido último adiós, la pequeña volvió con los suyos al departamento del Cauca, el pasado miércoles, donde sus restos permanecerán. Su vida se apagó, pero en el vientre de su madre hay una personita de 20 semanas que viene en camino y que aguarda por no ser testigo de una tragedia similar.

"Queríamos buscar un mejor vivir, trabajar y sacarlas adelante a las niñas, pero lastimosamente tocó llevarla muerta”, le dijo Juvencio Samboní a los medios desde su casa.

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