Santos lanza las bases para transformar a Colombia en la próxima década

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, lanzó hoy en el discurso de su segunda investidura las bases para construir en una década un nuevo país que tenga como pilares la paz, la equidad y la educación, con el fin de asegurar el futuro de las próximas generaciones.

Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos. Foto: EFE
Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos. Foto: EFE

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, lanzó hoy en el discurso de su segunda investidura las bases para construir en una década un nuevo país que tenga como pilares la paz, la equidad y la educación, con el fin de asegurar el futuro de las próximas generaciones.

En una intervención de 41 minutos ante unos 2.000 invitados, Santos quiso transmitir optimismo a los colombianos en este nuevo periodo presidencial (2014-2018) con frases como "el mañana nos espera" e invitaciones a "soñar", a "no tenerle miedo al cambio", a "caminar juntos" y a "trabajar unidos".

"Creo firmemente que Colombia debe trazarse hoy una meta con la que todos nos podamos comprometer: ser en el año 2025, en una década, un país en paz total, un país con equidad y el más educado de América Latina", manifestó sobre lo que definió como "gran propósito nacional".

Según el presidente, los colombianos deben dejar de "pensar en pequeño" y superar la idea de que están "condenados a la violencia, a la desigualdad, al atraso, a la falta de oportunidades", porque definitivamente eso no es así, y se propuso liderar ese cambio de mentalidad.

El jefe de Estado añadió: "ha llegado la hora no solo de avanzar en las metas inmediatas sino de repensarnos como nación, ha llegado la hora de reimaginar el contrato social que hemos heredado y las instituciones y políticas que nos han regido, ha llegado la hora de subir la vara, de ser más ambiciosos con nuestros sueños".

"Por eso hoy proclamo que ha llegado la hora de asegurar para siempre la prosperidad de las siguientes generaciones", dijo entre aplausos.

Como era esperado, la paz acaparó buena parte del discurso por su convicción de que se trata de un bien supremo, fundamental para el desarrollo de la nación.

Santos, que fue reelegido el pasado 15 de junio con la paz como bandera, recordó que el proceso con la guerrilla de las FARC iniciado hace veinte meses en Cuba ha tenido "logros importantes" como los acuerdos sobre tierras, participación política y drogas y cultivos ilícitos y que el próximo lunes comenzará la discusión del espinoso tema de víctimas.

Sin embargo aclaró que a medida que se avanza en las negociaciones, con tres de los cinco puntos de la agenda ya concluidos, el proceso entra en "la etapa más difícil y más exigente", donde se pedirá "sacrificios de todos" y decisiones.

"Hay que mostrar disposición real de contar la verdad; de esclarecer qué pasó y por qué; de participar en procesos de reparación, y de encontrar una fórmula de justicia que sea aceptable para las víctimas y para el pueblo colombiano", expresó.

En ese punto, dijo que las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo con el que su Gobierno está en diálogos "exploratorios" para iniciar también un proceso formal de paz, tendrán que demostrar disposición a "poner de su parte" para que el barco llegue a buen puerto.

"Las guerrillas tendrán que comenzar -sin rodeos- su proceso de dejación de armas y reincorporación a la vida civil", aseguró el presidente, quien prometió que a cambio el Gobierno dará "todas las garantías de seguridad necesarias" a quienes abandonen la lucha armada.

Santos aprovechó para lanzar también una advertencia a las FARC por los "inaceptables" actos violentos perpetrados por esa guerrilla en las últimas semanas que han dejado muertos, así como la destrucción de acueductos, de infraestructuras energéticas y la contaminación por los derrames de petróleo causados.

"Señores de las FARC: ¡están advertidos!", dijo el mandatario y agregó: "los hechos de violencia de las últimas semanas son una contradicción inaceptable y ponen en riesgo el mismo proceso".

El presidente añadió que no se entiende que mientras en los diálogos de La Habana se habla de paz y desarrollo rural, en Colombia las FARC sigan con sus ataques, "y mucho menos se entiende que sigan causando víctimas civiles, incluyendo niños".

"¡Actos de paz! Eso es lo que Colombia pide hoy", reclamó a las FARC, a las que pidió que no involucren a civiles, especialmente niños y mujeres, en la guerra.

Pese a su compromiso, reiteró la orden a las Fuerzas Armadas de no bajar la guardia y "seguir dando resultados" porque, dijo, la seguridad ciudadana continuará siendo "prioridad" en su Gobierno.

Sobre los otros dos pilares, la equidad y la educación, explicó que son complementarios del primero.

"Una paz total no es posible si no hay equidad. Y la única forma de lograr equidad a largo plazo es tener una población bien educada. Además, un país educado es menos propenso a la violencia", argumentó.

Tras citar los logros sociales de su primer mandato, como los 2,5 millones de colombianos que superaron la pobreza y los 1,3 millones que salieron de la pobreza extrema, aseguró que en el cuatrienio inaugurado hoy el país avanzará hacia la "gran meta de erradicar la pobreza extrema en una década" con planes que abarcan desde la salud hasta mejores infraestructuras.

Asimismo, prometió cobertura universal en la educación básica y más calidad y mejores condiciones para profesores y estudiantes que se destaquen, lo cual aspira a conseguir con una mayor asignación de recursos en el presupuesto a partir de 2015.

"A Colombia en paz, con equidad y educada no la frena nadie", concluyó.

Jaime Ortega Carrascal

EFE