¿Cree usted que hay una sobredosis de cine basura?

Esta es la percepción del director español, Eric Boadella, quien asegura que en las salas de cine "hay una sobredosis de películas basura", una situación que impide que las producciones independientes se puedan abrir paso en una industria dominada por Hollywood.

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Esta es la percepción del director español, Eric Boadella, quien asegura que en las salas de cine "hay una sobredosis de películas basura", una situación que impide que las producciones independientes se puedan abrir paso en una industria dominada por Hollywood.

Boadella (Barcelona, 1980), que participa en la 38 Muestra de Cine de Sao Paulo, acaba de estrenar su primer largometraje, "Toastmaster" (El maestro del brindis), una coproducción hispano-estadounidense que rinde tributo a la tradición armenia del arte de brindar.

"Ya es suficiente difícil hacer llegar el cine independiente al público para que encima haya tanta oferta de películas que no valen la pena", lamenta Boadella, quien insiste en que "los filmes que llegan del extranjero no son los mejores que se hacen".

El cineasta, afincado en Los Ángeles (EE.UU.), criticó que en América Latina y en España, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, los usuarios no suelan pagar por ver películas en Internet.

"La gente piensa que eso afecta al cine comercial, pero en realidad afecta más al cine independiente porque el comercial ya tiene su sistema de financiación y no necesita tanto a las plataformas alternativas", matizó.

El director opinó que este fenómeno es "cultural" y reconoció que a él mismo le ocurre: "cuando estoy en España me cuesta pagar por algo por lo que nunca he pagado".

Boadella, que antes de "Toastmaster" había dirigido vídeoclips musicales y cortometrajes experimentales, consiguió financiar su primera película gracias al micromecenazgo, con el que recaudó alrededor de 40.000 dólares.

Y justamente esta campaña de financiación colectiva es la que, dijo, le ayudó a conseguir un productor, porque "para abrirse camino es importante llevar las riendas de todo uno mismo".

Siguiendo su propio consejo, Boadella escribió, dirigió y coprodujo "Toastmaster", rodada en inglés y armenio en tan sólo 14 días, con "cámara en mano y un equipo muy ligero y rápido".

Con este filme, Boadella quiso homenajear a la comunidad armenia de California, que suma más de medio millón de personas, así como a la mágica figura del "Tamadan", es decir, el maestro de ceremonias o maestro del brindis, como lo llama el cineasta.

"Uno de mis mejores amigos armenios de Estados Unidos me vino a visitar a Barcelona y en una cena familiar hizo un brindis que emocionó a todo el mundo", relató el director, quien agregó que "ya tenía en la cabeza un guion sobre un inmigrante que dejaba el legado familiar en un pariente americano".

Así nació su primera película, en cuya elaboración se involucró "toda la comunidad armenia".

Boadella explicó que la hermana del protagonista, también armenio, es la directora de arte del filme y la casa donde se rodó la película es del tío del actor principal, quien también creó la banda sonora.

"Incluso la familia de uno de los productores vino a cocinar y a ayudarnos", contó Boadella, tras asegurar que el rodaje estuvo lleno de anécdotas.

Su preferida es quizás la más dolorosa: "una de las escenas acaba con el actor dándose un golpe, pero resulta que eso ocurrió de verdad y que se le cayó un diente, pero continuó actuando y, al final, es la toma que usamos", cuenta riendo.

"Otro día el protagonista se quemó la cara porque somos tan 'indies' que no llevábamos crema solar y tuvimos que ir a una tienda de cosméticos para que le pusieran maquillaje, porque ese día tocaban los planos cortos", recuerda.

"Toastmaster" llegó al festival de cine de la mayor urbe de Brasil, tras pasar por varios festivales internacionales y ganar premios al mejor director y al mejor guion. EFE

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