La catástrofe de Armero resurge en el cine con una historia de amor

La catástrofe de Armero, que conmocionó al mundo hace hoy 29 años cuando una avalancha de lodo se tragó esa localidad colombiana, llegará al cine con una película que tiene como eje central una historia de amor de "la otra Omaira".

La catástrofe de Armero, que conmocionó al mundo hace hoy 29 años cuando una avalancha de lodo se tragó esa localidad colombiana, llegará al cine con una película que tiene como eje central una historia de amor de "la otra Omaira".

La cinta, cuyo estreno está previsto para los primeros meses de 2015, recrea la tragedia con una gran precisión y elude deliberadamente centrarse en la historia de la niña Omaira, la menor que quedó atrapada entre escombros frente a los ojos del mundo, que la vio morir mientras enviaba mensajes a su madre.

En su lugar, la cinta acompaña la historia de otra joven, también llamada Omaira, que sobrevivió después de quedar enterrada por seis días y la relación amorosa con su pareja, según explicó a Efe el director y guionista, Christian Mantilla.

"Muchas de las víctimas me decían que Omaira tuvo mucha atención mundial, opacando a personas que sufrieron incluso cosas peores", comentó el cineasta.

En 2005, año en que se cumplía el 20 aniversario de la catástrofe provocada por la erupción del volcán Nevado del Ruiz, en el centro de Colombia, que arrasó la localidad, Mantilla escuchó las conmemoraciones a través de la radio y quedó impactado por el desastre igual que sus compatriotas dos décadas antes.

Aquel día decidió bucear en la historia de una tragedia que segó la vida de más de 20.000 personas, conocer más sobre la catástrofe y sobre las icónicas imágenes de la niña Omaira y se preguntó: "¿por qué se han hecho películas de las guerras mundiales, Vietnam y no de Armero?".

Entonces Mantilla tomó la decisión de lanzarse a hacer una película que recreara de manera meticulosa la catástrofe que "impactó profundamente al país" pese a la escasez de recursos que es perenne en el cine colombiano.

"Irónicamente un 13 de noviembre fue cuando se destruyó el pueblo y también cuando nació la idea de la película", apostilló.

Con una "gran responsabilidad" inició un trabajo que ahora está en sus compases finales y que se ha ido retrasando por los múltiples obstáculos que tiene el cine colombiano y con el objetivo claro de "acercarse lo más posible a la realidad de cómo ocurrieron los hechos".

Sin embargo, el director, que trabajó mano a mano con su hermano para poder sacar adelante la parte técnica, tuvo que dar "algunos retoques de ficción" para que la historia funcionara como película, sin embargo siempre mantuvo en mente como principal preocupación "no faltar al respeto de la memoria" de las víctimas.

Los supervivientes jugaron un papel muy importante en la labor de reconstrucción de los hechos, puesto que no hay fotos ni vídeos de los primeros momentos de la tragedia y el pueblo de Armero está hoy enterrado.

"Algunos sobrevivientes (que han visto las imágenes) se sienten impactados y decimos: 'bueno creemos que estamos cerca de lo que pudo haber ocurrido'", explicó Mantilla.

De este modo la película no solo se convierte en una notable historia humana, sino que también aspira a ser un documento que muestre la catástrofe a través del cristal de un colombiano que se sirvió de localidades en todo el país para poder recrear la catástrofe.

"Obviamente era imposible hacerlo con exactitud pero hemos intentado hacerlo lo mejor que podemos para no defraudar a la gente", concluyó Mantilla. EFE