Cineasta colombiana revive la fotonovela en formato digital

La tecnología digital permitió a la cineasta colombiana radicada Carolina Posse revivir las fotonovelas, un género muy popular en Latinoamérica hasta los años 80 que ahora apunta a los jóvenes.

Colombia.com - Cine
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La tecnología digital permitió a la cineasta colombiana radicada Carolina Posse revivir las fotonovelas, un género muy popular en Latinoamérica hasta los años 80 que ahora apunta a los jóvenes.

Antes de que llegaran las series de televisión y las telenovelas, en países como México se llegaron a imprimir y distribuir más de 70 millones de fotonovelas por mes, con historias que cautivaban a gente de todas las edades.

"En Colombia había inclusive fotonovelas eróticas", declaró Posse en una entrevista con Efe en Chicago (EE.UU.), al recordar que en las farmacias y droguerías de Bogotá "siempre había fotonovelas junto a los periódicos".

Los orígenes de la fotonovela se remontan a 1947 cuando apareció en Italia la primera revista de "fotoromanzo" llamada "Il mio sogno" (Mi sueño).

Las primeras propuestas no fueron historias inéditas, sino secuencias de fotos de películas de la época como "Sissi", con Romy Schneider, o "Eliana y los hombres", con Ingrid Bergman.

La fotonovela se extendió luego por Francia, España, América Latina, Canadá y África, donde se hicieron populares los estereotipos de la novia abandonada, el galán seductor o la mucama convertida en señora.

Posse, que llegó desde Bogotá en 1994 a estudiar cine en el Columbia College de Chicago, participó en varias producciones de cine, fue directora de programación del Festival de Cine Latino de Chicago hasta 2006 y actualmente enseña producción cinematográfica.

Según relató, dos años atrás comenzó a buscar algo nuevo para llevar a la pantalla y se involucró en la búsqueda de recursos para convertir en largometraje un guión que escribió su esposo, el fotógrafo y director Michael Wright.

"La idea era hacer (la película) 'Los misterios de Francis Ellis' como un filme negro de los años 40, en blanco y negro", dijo.

La película, pensada como algo diferente para ser difundida mediante plataformas digitales como Netflix o Amazon, tendría "elementos fantásticos y de realismo mágico" y contaría las aventuras de un veterano de la Segunda Guerra Mundial que regresa a Chicago y se convierte en detective privado.

Luego decidieron convertirlo en fotonovela que podría ser bajada a tabletas mediante "streaming", manteniendo las características del cine 'noir' con un reflejo de la cultura latinoamericana y todo muy melodramático", reveló.

Con una primera subvención se filmó en siete días el primero de siete libros, foto por foto y con un elenco de más de 30 actores en un estudio de cine del Columbia College.

"La estética es muy parecida a la fotonovela, con un toque de 'comic book' e imágenes animadas. Es un experimento que mezcla fotografía, cine, teatro y animación", expresó.

Cuatro meses después se grabó la banda sonora con música de jazz y el diálogo en inglés que se insertó en las imágenes y permite escuchar la fotonovela "como si fuera en la radio".

El resultado no es una historia para niños, advierte Posse, sino "algo fuerte, un poco sensual y con mucho misterio", que confía servirá para atraer a los jóvenes usuarios de las nuevas plataformas digitales.

Inclusive le ve potencial al proyecto para que atraiga interés mundial, dado que el diálogo se puede grabar en todos los idiomas que sean necesarios, y "llegar a cualquier país y cualquier lengua", dijo.

El elenco utilizado en la fotonovela de Posse es muy diverso e incluye al actor de origen mexicano Juan Ramírez, con amplia experiencia en la televisión y teatro de Chicago. EFE