LA TARASCA

Estatua de Dragón - Leyenda

Estatua de Dragón - Shutterstock

UNA AMENAZA MORTAL

Existe una leyenda que no solo es propia del continente americano, sino que también tiene orígenes en el continente europeo, un monstruo grande y cruel, así lo definen los infortunados que lo han logrado ver y que además describen como una especie de réptil o dragón con dientes muy afilados que arrasa con los animales domésticos, pero siente especial apetito por los animales de las fincas a los que destasa sin piedad y con un hambre que parece ser insaciable.

La Tarasca no parece ser un ser mitológico sino más bien un demonio que vino expulsado del mismísimo infierno debido a su maldad para ser lanzado a lo más oscuro de la geografía y aparecer justo en medio de una noche negra, tan negra como la suerte de quienes han tenido que ser testigos del apocalipsis, bueno, de quienes han logrado mantener la vida ante su encuentro porque La Tarasca también acaba con la vida de seres humanos temerosos e indefensos que ante el horror de su presencia quedan paralizados.

En un principio se le veía rondando en los ríos y en las montañas elevadas de los departamentos de Antioquia y Tolima y cuando dejó de aparecer, los padres desesperados con sus hijos glotones decidieron dar nueva vida al monstruo asustando a sus hijos con su aparición inminente si no paraban de comer, “Comes como marrano y hasta te pareces a uno, La Tarasca no tardará en venir por ti”, esa frase era suficiente para que los niños campesinos abandonaran el pecado de la gula y decidieran cerrar su boca, cuentan que muchos niños sentían tanto horror ante la posible llegada de la tarasca que decidieron dejar de comer.

Durante un buen tiempo existieron en los campos niños flacos como alfileres, estaban enfermos, débiles y pálidos y no se trataba de un asunto de falta de comida, no, el temor por la aparición de La Tarasca hizo que los niños gordos fuesen convirtiéndose en niños flacos, razón que hizo que los padres inventores de esa historia se sintieran satisfechos, pero también intranquilos porque en cualquier momento la Tarasca regresaría, pero no justamente por pequeños regordetes.

Una noche un campesino escuchó pasos de animal grande, no eran zorros ni osos, era un ser venido del mismo quinto círculo del infierno, lanzaba fuego y sus dientes de bestia y afilados como cuchillas gigantes mostraban horrorosamente el reflejo de la muerte, ante el ruido ensordecedor que producían sus chillidos, que más bien parecían el galope de los mensajeros del mal aturdieron a un grupo de niños que descansaban en una finca que en algunos de ellos su corazón no soportó el susto y explotó, los otros niños jamás pudieron crecer tranquilamente porque incluso estando viejos, el temor ante la llegada de la tarasca jamás los dejó dormir.

Algunos de los padres que se inventaron la historia para que sus hijos dejaran de comer, vivieron el infierno de tener a sus hijos traumados por siempre o muertos, esa tristeza producto de sus invenciones y temores los acompañó hasta sus últimos suspiros, por eso si la tarasca ha de venir, que venga para enfrentarla porque es mejor estar preparado que amenazar con su llegada.