El imperio Red Bull celebra por lo alto su exitosa temporada

 Sebastián Vettel, desde el domingo pasado el campeón más joven de la historia de la Fórmula Uno, fue recibido por decenas de cámaras de televisión y fotógrafos en el llamado "Hangar 7" de Salzburgo, el centro de ocio de Red Bull Racing, la escudería del momento.

La cita fue el último encuentro con la prensa esta temporada, pero sin duda el más gratificante, apenas dos días después del gran triunfo de Abu Dabi, que frustró las esperanzas por el título mundial del español Fernando Alonso con Ferrari.

Anoche mil invitados de honor habían celebrado con Vettel, con su compañero de escudería y rival Mark Webber y con el resto de los integrantes del Red Bull Racing Team su triunfo y también el título de constructores 2010.

Acudió no sólo el enigmático propietario de Red Bull, el multimillonario austríaco Dietrich Mateschitz, sino también el legendario triple campeón Niki Lauda, así como el ex piloto de Ferrari, Gerhard Berger, este último uno de los impulsores del proyecto Red Bull en la Fórmula Uno.

Todos los invitados, con Lauda a la cabeza, destacaron y celebraron el hecho que Red Bull se negara a dar órdenes a sus pilotos para apartar a Alonso de la carrera por el título de 2010.

Pasados unos días del triunfo, un visiblemente cansado Vettel destacaba la grandeza de su rival español, asegurando que "sigue siendo uno de los pilotos más completos del momento".

Además, vaticinó que Alonso será también el año que viene uno de los principales rivales a batir para poder repetir el título.

"La gente descartó rápidamente a Ferrari, pero volvieron y podemos esperar que tengan un fuerte paquete (compuesto por coche, equipo técnico y corredores) el año que viene", agregó el alemán.

Red Bull, la marca que ha hecho posible el milagro deportivo de Vettel, con 23 años y cinco meses el campeón más joven de la historia, se gasta por año unos 600 millones de euros en patrocinio deportivo, incluyendo los 180 millones en la Fórmula Uno.

La empresa, fundada en 1987 por Mateschitz tras descubrir en Tailandia las bebidas energéticas, es hoy todo una institución en Salzburgo, una ciudad conocida hasta ahora principalmente como la cuna natal del genial compositor Wolfgang Amadeus Mozart.

Pero el "toro rojo", considerado por muchos como la "Coca Cola" de las bebidas energéticas, se está haciendo un hueco en la cultura popular y urbanística de la ciudad.

El "Hangar 7" de Salzburgo es el mejor ejemplo de esta historia de éxito.

Situado en el aeropuerto internacional de la ciudad austríaca, este espectacular museo del automovilismo y la aeronáutica alberga también un restaurante de lujo, una cafetería y dos bares, visitados anualmente por unas 200.000 personas.

En el centro de este futurista hangar se encuentra además el plató para un semanal debate deportivo retransmitido en directo por "Servus TV", el canal propio de televisión terrestre de Red Bull.

La empresa vende por año unas 4.000 millones de latas de sus bebidas, con una facturación estimada de unos 3.200 millones de euros.

Con esos números a sus espaldas, la compañía se ha convertido en todo un imperio del deporte y del entretenimiento en general.

La lista de los deportistas que patrocina llega al medio millar, sobre todo en los deportes de invierno y alto riesgo de todo tipo, pero también de fútbol y hockey sobre hielo.

Con el Red Bull Salzburgo y los Red Bulls de Nueva York, Mateschitz cuenta con dos grandes clubes de fútbol.

Pero el Red Bull Racing Team, campeón con Vettel y también en la competición de constructores, es sin duda la principal joya de su corona deportiva y empresarial.

Además, la compañía tiene una revista del corazón (Seitenblicke Magazin) y publica en todo el mundo su propia revista "Red Bulletin", con una tirada de 4,3 millones de ejemplares.

Mientras, "Servus TV" sigue siendo un canal minoritario en Europa central, pero Red Bull pretende hacerse el año que viene con los derechos de retransmisión de la Fórmula Uno y la Copa del Mundo de Esquí, lo significaría con seguridad una baza para la potente marca. EFE