Todos contra el toro rojo, aprovechando el cambio de motores

El español Fernando Alonso (Ferrari) se encuentra entre los principales aspirantes a acabar con la dictadura deportiva del alemán Sebastian Vettel y su escudería, la austriaca Red Bull, en el Mundial de Fórmula Uno. 

Todos contra el toro rojo, aprovechando el cambio de motores. Foto: EFE
Todos contra el toro rojo, aprovechando el cambio de motores. Foto: EFE

El español Fernando Alonso (Ferrari) se encuentra entre los principales aspirantes a acabar con la dictadura deportiva del alemán Sebastian Vettel y su escudería, la austriaca Red Bull, en el Mundial de Fórmula Uno. 

El principal de ellos, en un campeonato integrado por 19 carreras y que concluirá en noviembre -con puntuación doble en la última prueba- en Abu Dabi, atañe a los motores, que han pasado de los V8 atmosféricos de 2,4 litros a los V6 turbocomprimidos de 1,6.

Propulsores que se calientan mucho más que los anteriores y que han provocado importantes quebraderos de cabeza en las escuderías, especialmente en la del toro rojo, que firmó, con Vettel al frente, los últimos cuatro 'dobletes' -Mundial de pilotos y constructores-.

El último de ellos, batiendo casi todos los récords a sus 26 años y al sumar un total de 397 puntos -155 más que Alonso-, tras aumentar a 39 sus victorias y a 45 sus 'poles'. En un certamen en el que fue tercero su compañero australiano Mark Webber (199), que abandona la F1 y será reemplazado en Red Bull por otro piloto 'aussie', Daniel Ricciardo, procedente de la filial, Toro Rosso.

Alonso, de 32 años, doble campeón mundial, en 2005 y 2006 (Renault), afrontará -con 32 victorias y 22 'poles'- su quinta temporada en Ferrari, la escudería más laureada de la categoría reina, en la que tendrá un nuevo compañero: Kimi Raikkonen.

El finlandés, de 34 (con 20 triunfos y 16 'poles'), precisamente el último campeón mundial de la 'Scuderia' (2007), regresa al equipo de Maranello, en el que sustituyó al brasileño Felipe Massa, que tras ocho años con el 'cavallino' correrá para Williams.

El doble campeón asturiano, que el año pasado sólo pudo festejar dos victorias -en China y ante su público, en Montmeló (Barcelona)-, intentará lograr, 'a la quinta', un tan merecido como ansiado tercer título mundial. El que sería su primero de rojo.

La temporada, en la que se permitirán cinco cambios de motor, en lugar de ocho (a partir del sexto, se tomará la salida desde el 'pit lane'), se presenta como una auténtica incógnita. Pero, atendiendo a los entrenamientos, con cierta ventaja inicial para Mercedes, único equipo que, junto a Marussia, mantiene su formación de pilotos, con el inglés Lewis Hamilton -campeón en 2008- y el alemán Nico Rosberg.

Alonso completó una pretemporada sólida, en la que Kimi fue el único que encabezó una de las doce tablas de tiempos (cuatro en el circuito español de Jerez y ocho en el de Sakhir, en Baréin) que no estuvieron lideradas por Mercedes o un monoplaza con ese propulsor.

McLaren lo hizo, al igual que la anterior, tres veces -dos con el debutante danés Kevin Magnussen-; las mismas que Force India, donde busca más claros horizontes (tras sufrir su 'annus horribilis' con los de Woking) el mexicano Sergio Pérez. Que, al igual que Massa (Williams), marcó la vuelta rápida del día en dos ocasiones.

No ha dado aún con la tecla Red Bull. Pero los ensayos no puntúan y, a pesar de que el austríaco Helmut Marko, la 'eminencia gris' de toda la estructura 'energética', manifieste que llevan "dos meses de retraso", nadie se fía. Son conscientes de que en cualquier momento el inglés Adrian Newey, el ingeniero estrella de la F1, puede encontrar la solución que allane el camino hacia un quinto título de Vettel, que igualaría la marca del argentino Juan Manuel Fangio.

Situándose a dos de la plusmarca de siete títulos del 'Kaiser', su compatriota Michael Schumacher, el "hombre-récord", con 91 triunfos. El único que encadenó cinco títulos (todos con Ferrari) y que lleva más de dos meses en coma en un hospital de Grenoble, tras sufrir un accidente esquiando en Meribel, asimismo en Francia.

Salvo Vettel, que conserva el 1 -al que siempre tendrá derecho el campeón-, el público se tendrá que familiarizar a partir de ahora con la nueva numeración. Alonso eligió el 14; Kimi, el 7; Hamilton, el 44 y su compatriota Jenson Button (McLaren), el otro campeón mundial en pista, el 22. 'Checo' llevará el 11; y Massa, el 19.

El otro mexicano, Esteban Gutiérrez, debutante el año pasado, repetirá en Sauber y acelerará con el 21; mientras que Pastor Maldonado -único venezolano en ganar un Gran Premio, el de España de 2012-, que portará el 13, dejó Williams y este año correrá para Lotus, otro equipo con problemas, en el que sustituyó a Kimi.

Ganador el año pasado en el circuito semiurbano de Albert Park, en Melbourne, donde arranca de nuevo el Mundial y en el que Pirelli, el suministrador único de neumáticos, lleva compuestos blando (reconocible por la raya amarilla) y medio (línea blanca).

Una pista de 5.303 metros a la que está previsto que se den 58 vueltas para completar los 307,5 kilómetros de un primer Gran Premio en el que, debido a los citados problemas de fiabilidad, son bastantes los que opinan que podrían acabar pocos coches.

Del campeonato -que se reanudará dos semanas después en Malasia- se caen Corea del Sur e India. Regresa Austria, donde, once años después, se correrá de nuevo en el circuito de Spielberg, renombrado como Red Bull Ring; y se estrena Rusia, con la pista urbana en el anillo olímpico de Sochi, sede de los pasados Juegos de invierno.

Por tanto, no es de extrañar que, junto al sueco Marcus Ericsson (Caterham), el tercer debutante sea el joven ruso Daniil Kvyat, ganador de la GP3 y que sustituye en Toro Rosso, con patrocinio de la petrolera española Cepsa, a Ricciardo. El nuevo compañero de Vettel, a cuyo Red Bull todos desean darle la estocada. Con cautela. Sin olvidar que ese toro rojo puede volver a embestir. EFE

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