Rally Dakar: Lo mejor de la carrera en imágenes

El estreno del español Marc Coma como director deportivo del Dakar tuvo un comienzo de pura complicación y marcado por la lluvia, que ha puesto en peligro la disputa de la cuarta etapa y se ha tenido que acortar el inicio de la carrera.

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Casi 70 milímetros cúbicos de lluvia ha caído entre la tercera y cuarta etapa en la capital jujeña de San Salvador, donde se realizó la primera etapa maratón con 429 kilómetros de especial para motos, quads y coches, y diez menos para los camiones.

En esta octava edición, la organización tuvo que acortar los últimos dos especiales y cancelar el primero entre Rosario y Villa Carlos Paz.

Mucho enlace y poca acción es el balance que mantiene a los competidores con una sensación de impotencia que ayer quedó expresada en la reunión diaria informativa, cuando los organizadores ratificaron por primera vez la cuarta etapa tal cual estaba prevista.

Es que hasta la última jornada, las motos y los quads sólo pudieron recorrer 555 de los 1.002 kilómetros de especial proyectados, mientras que los coches 558 y camiones 498 de los 1093 estipulados por Marc Coma y su equipo de trabajo.

El Fenómeno del Niño es la explicación para este verano sudamericano tan lluvioso, fundamentalmente en el norte argentino acostumbrado a temperaturas altas y clima seco en esta etapa del año.

Ese mismo fenómeno fue el que hizo que Perú se bajara del recorrido inicial en agosto del año pasado y que obligó a diseñar un nuevo trazado en apenas dos meses entre Argentina y Bolivia.

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Las proyecciones para el futuro inmediato de la competición no son nada alentadoras, con pronóstico de lluvias en el desembarco boliviano del Dakar en Uyuni y tiempo inestable para las demás etapas, especialmente en el altiplano de Bolivia.