Juegos Olímpicos: Un año después Rio se hunde en la depresión

Conoce la realidad que afronta Brasil después de ser la sede oficial de los Juegos Olímpicos 2016. 

Brasil. Foto: AFP
Brasil. Foto: AFP

Conoce la realidad que afronta Brasil después de ser la sede oficial de los Juegos Olímpicos 2016. 

Los fuegos artificiales y el espíritu festivo de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro parecen un año después un recuerdo lejano, para una población atribulada por la violencia y la crisis económica que sacude a Brasil.

El principal legado de los Juegos visto desde una actualidad marcada por guerras entre bandas de narcotraficantes y tragedias provocadas por 'balas perdidas' durante incursiones policiales en las favelas parece ser el modelo del impresionante despliegue de tropas que permitió garantizar su seguridad.

El ministro de Defensa, Raul Jungmann, se refirió específicamente a ese precedente al anunciar el viernes pasado 28 de julio el envío de 8.500 militares, ante la creciente sensación de inseguridad que domina entre los 6,5 millones de habitantes de la 'Ciudad maravillosa'.

"Estamos repitiendo la fórmula de los Juegos Olímpicos de 2016, que tanto éxito tuvo", afirmó. 

La violencia está estrechamente ligada a la crisis económica, que comenzó hace dos años, mucho antes de los Juegos Olímpicos. El estado de Rio está al borde de la quiebra y los funcionarios sufren retrasos en sus sueldos. Muchos dependen incluso de donaciones para sobrevivir. 

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Más allá de los problemas de violencia, la población ha resultado igualmente afectada por la fuerte tasa de desempleo.

Antiguos ejecutivos de empresas trabajan como conductores de Uber para llegar a fin de mes, mientras la cantidad de personas sin hogar aumenta visiblemente.

La crisis afecta incluso a los deportistas de alto nivel: numerosos medallistas brasileños en los Juegos de Rio han perdido a sus patrocinadores. 

Abandonadas durante meses, algunas instalaciones del Parque Olímpico comienzan ahora a recibir entrenamientos o eventos puntuales, pese a que todavía persisten muchas dudas sobre su futuro. 

Reabierto desde mayo, una parte del techo del velódromo ardió durante la madrugada del domingo durante un incendio causado por unos globos de papel con velas lanzados al aire.

La estructura prefabricada de la Arena do Futuro, que recibió los partidos de balonmano, debía reutilizarse para construir tres escuelas en los barrios pobres, pero el proyecto ya no está vigente debido a los problemas presupuestarios del ayuntamiento. 

"Conseguimos hacer unos grandes Juegos Olímpicos pese a la crisis. La herencia no está comprometida, solo va a hacer falta más tiempo" para materializar los proyectos, argumenta Mario Andrada, director de comunicación del Comité organizador de Rio-2016.

Los habitantes se benefician ya de la extensión de la red de transportes y de la revitalización de la zona portuaria de la ciudad, pero la crisis y los problemas de violencia han afectado directamente al turismo. 

Según la Confederación Nacional de Comercio (CNC), se crearon alrededor de 5.000 puestos de trabajo en este sector durante los Juegos Olímpicos, pero alrededor de 9.000 personas fueron despedidas de enero a mayo de 2017.

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AFP