Tradición y modernidad se dan la mano en la feria Expoartesanías

La feria permite que se citen desde la artesanía popular de los indígenas colombianos hasta la joyería hecha a mano, el diseño de moda adaptado a la tradición y los artistas empíricos, aquellos que no han recibido formación académica.

Uno de esos expositores donde puede verse el hermanamiento de la tradición con el diseño es la marca Dvotio, en el que los visitantes encuentran bolsos y ropas de mujer adaptadas a las últimas tendencias de la moda y que se sirven de la artesanía popular colombiana.

La responsable de la marca, Margarita Sarmiento, explicó a Efe que para elaborar sus diseños han tenido que "estudiar técnicas artesanales de Colombia y Latinoamérica", lo que se plasma en los vistosos colores.

Uno de los ejemplos que presenta en la muestra es el de carteras realizadas en madera con técnicas artesanales como el tamo, desarrollado desde el siglo XVI y que se sirve de la espiga del maíz o el barniz, un sistema indígena, usado como método de impermeabilización.

Según explicó Sarmiento, durante el proceso de creación, en el que trabajó mano a mano con artesanos tradicionales, encontró "gente dispuesta a abrir la puerta al diseñador" para impulsar esta industria, aunque otros mostraron sus reticencias.

Al lado de esa modernidad los visitantes pueden observar el trabajo de los indígenas que exhiben hamacas, mochilas, collares y tejidos elaborados siguiendo sus costumbres ancestrales.

Una de las comunidades que tienen su espacio en esta muestra es la de Jarara, que habita en el departamento de La Guajira, en el norte del país, que ha traído hasta Bogotá chinchorros (hamacas grandes) y mochilas.

Según explicó la representante de la comunidad, María Teresa Fernández, esos elementos fueron hechos a mano con telares y agujas con tejidos tradicionales, como han aprendido estos indígenas "de generación en generación".

Otro de los pueblos representados es el de los Emberá-Chami, uno de los más numerosos de Colombia y que habitan en el departamento de Caquetá (sur).

En su caso esta industria les permite obtener recursos y mantener su identidad cultural, según explicó a Efe uno de sus líderes, Anibal Ayzama, quien añadió que a la gente que acude a la feria le gustan mucho los adornos similares a collares que han identificado a cada etnia de su pueblo desde la antigüedad.

Pero más allá de las tradiciones locales, otros 18 países de todo el mundo como Perú, Guatemala, Pakistán, Turquía y España han enviado delegaciones a Bogotá para exhibir sus productos en una feria que cuenta por primera vez con expositores de Tailandia, Túnez y República Dominicana.

Precisamente el sitio del país caribeño es uno de los que más capta la atención por su heterogeneidad y la presencia de una tabaquera que elabora al modo tradicional este producto ante los visitantes.

Según comentó la directora de Turismo Cultural de República Dominicana, Altagracia Corletto, en la feria exhiben su artesanía popular porque cuentan con "grandes artistas del diseño, de la joyería o del carnaval".

En su opinión, esta muestra que se complementa con música en vivo es una "representación digna" de lo que son los dominicanos y la pasión con que trabajan.

En este sentido explicó que Expoartesanías es una gran oportunidad para exhibir sus productos porque la feria "tiene gran valor y permite compartir (la artesanía dominicana) con gente de los cinco continentes".

"La gente no conoce bien la idiosincrasia del pueblo dominicano pese a que somos el país en el Caribe con el mayor número de viajeros", concluyó. EFE