¿Quién es Astrid Cristancho?

Astrid Helena Cristancho es uno de los nombres de moda por estos días en el país. En los últimos días la joven abogada acusó a Jorge Armando Otálora, Defensor de Pueblo, de acoso sexual siendo ella la secretaria privada del funcionario.

Lo que pocos sabe es que Astrid había sido titular en noticieros y periódicos hace algunos años, 10 para ser más exacto. Corría el año 2005 cuando fue elegida Señorita Cundinamarca y emprendió el viaje que la llevaba a pelear por la corona del Reinado Nacional de la Belleza ese año.

A  Astrid le habían propuesto muchas veces que concursara en el certamen, pero siempre tuvo presente que quería terminar su carrera de Derecho primero. Finalmente aceptó, no ganó pero le llegaron varias propuestas para trabajar en los medios que finalmente no aceptó y se dedicó a sacar adelante su carrera profesional, como siempre lo había dicho.

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Inició su vida laboral como auxiliar judicial ad honorem en el Tribunal Superior de Cundinamarca, esto durante la época del reinado en Cartagena. Graduada de la Universidad Externado de Colombia inició una especialización en derecho público, ciencia y sociología política en la misma institución fue asesora jurídica en una empresa de tecnología, luego fue secretaria académica en la Institución Universitaria Colegios de Colombia; pasó también por Tribeka (empresa de tecnología) y llegó a la firma de abogados Nabas Legal International.

Finalmente llegó como asesora en el despacho del superintendente de Salud y de allí subió al cargo de secretaria privada del Defensor del Pueblo.

Según el mismo Jorge Armando Otálora, con la exreina mantuvieron una relación sentimental que está evidenciada en personas conocidas, paseos, cenas y demás, llegando a aceptar que si en algún momento fue culpable se trató de amor.

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Por otro lado Cristancho aseguró en una entrevista exclusiva para el Canal Uno que no hubo ninguna relación amorosa entre ellos, pues el Defensor en su posición de poder imponía su voluntad por encima y ella había sido víctima y fue marginada por decir “no”.

Así mismo contó que no había denunciado anteriormente por que ella se encuentra “sola”, y que en contraste con Otálora no tenía los contactos y amistades con poder para usarla en su contra. Afirmó que recibió amenazas de muerte, al igual que intentos por acabar con su carrera como abogada en el medio.

Finalmente dice que tiene el valor para enfrentarse a lo que se viene, todo con el fin de hacer evidente un hecho que sucede frecuentemente en diferentes espacios de trabajos y muchas veces no se hace público por miedo.

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