Celebrando las bodas de plata llega la Feria Internacional del Libro de Bogotá

En el comienzo de una alianza que no claudicaría con el cambio de siglo, y que se ha mantenido durante 25 años, viajaron juntos a las ferias de Frankfurt, Madrid y Buenos.

Bogotá era en 1988 una ciudad de aproximadamente 4.500.000 habitantes, engalanada como una novia para la celebración de sus 450 años de fundación, efemérides que presidirían los alcaldes Julio Césara Sánchez y Andrés Pastrana, sucesivamente.

El 3 de abril, la ciudad terminó de vivir el primer Festival Iberoamericano de Teatro. Días después, era intenso el trabajo en los 10.000 metros cuadrados de Corferias y, sobre todo, en los pabellones 3 y 6, en donde irían a apilar centenares de libros para una experiencia inédita en la capital: el público pagaría por entrar a un recinto para comprar libros.

La primera Feria del Libro de Bogotá abrió sus puertas el 29 de abril y se prolongó hasta el 9 de mayo de 1988. La experiencia se ha extendido 25 años, con países que van y que vienen, con escritores que vienen (y algunos que no vienen aunque hayan pasado por los filtros más angustiosos para confirmarlos), y con la lucha tenaz e invencible porque los colombianos lean más libros de los que leen por año.

Así inicia una vez más la Feria Internacional Del Libro, el verdadero orgullo nacional.