El armario masculino se llena de brocados

En la Semana de la Moda de París, el diseñador de moda Walter Van reivindicó los brocados para el armario masculino.

En la Semana de la Moda de París, el diseñador de moda Walter Van reivindicó los brocados para el armario masculino.

El diseñador Walter Van Beirendonck reivindicó los brocados para el armario masculino en la jornada inaugural de la Semana de la Moda de París, en la que los colores románticos de William Turner tiñeron el "hip hop" de la firma 22_04 Hommes.

"Quería apostar fuerte por los tejidos", explicó Beirendonck a Efe tras el recital de chaquetas de telas delicadamente entretejidas con las que buscaba "un efecto muy rico, muy trabajado".

Aunque no sean habituales en el guardarropa del varón occidental, el diseñador belga no ha dudado en recubrir las prendas de brocados con dibujos de monos, ya sea rodeados por la maleza de la selva o en esquemática repetición, sin renunciar tampoco a los más tradicionales arabescos.

La colección para la primavera-verano de 2015 "es una historia sobre nuestro mundo", tanto sobre su belleza, aseguró Beirendonck, como sobre los problemas actuales, como guerras, enfermedades o las agresiones a la naturaleza.

Si la diversidad de la Tierra quedó reflejada por los guiños al mundo animal, como los picos de ave tropical que los modelos llevaron en la cara o la inspiración en las tribus de Papúa Nueva Guinea, el poder llegó a la pasarela con las chaquetas militares.

Los uniformes de los altos grados del Ejército fueron de colores llamativos, de corte asimétrico y con volantes de tul, porque Beirendonck quería reflexionar sobre "los símbolos que la gente utiliza para mostrar su poder".

Los quimonos, tanto el pantalón como la chaqueta, estuvieron omnipresentes en la colección "Whambham!" del diseñador belga, en la que tampoco faltaron cinturones de kárate anudados a la cintura.

Los monos "híperajustados" con estampados de fantasía, las túnicas, los tejidos de cuadros y la deconstrucción ordenada fueron otras de las claves de su primavera-verano.

La diseñadora alemana Stephanie Hahn, cabeza de la firma 22_04 Hommes, presentó unos diseños de tonalidades estivales con la que ha dejado claro que los noventa han regresado para quedarse.

El "look" desenfadado y deportivo del "hip hop" apareció sobre la pasarela en una versión elegante, con pantalones de pinzas de tiro por la rodilla y camisetas largas decoradas con un sol impreso sobre un recuadro cosido en el pecho.

Para Hahn, los noventa representan el momento en que el "hip hop" "estaba en su punto álgido, era puro y no había sido tocado por la industria de la moda", de ahí que su colección tenga aires retro.

Pero hay otros detalles que delatan las referencias a este periodo, como las riñoneras y, sobre todo, las chanclas de plástico de una sola tira gruesa que cruza el empeine.

"Cuando escogí los colores para la colección, sentí que eran los de Turner", aseguró en el "backstage" Hahn, quien ha apostado por tonalidades estivales, como el celeste, el arena o el melocotón, que recogen las luces del verano.

El belga Glenn Martens creó para la firma Y/Project una colección de verano con lino, cuero, algodón, seda y tejidos ligeros sintéticos, con pantalones de corte clásico para los hombres y de inmensa y fluida pata de elefante para las mujeres.

Las cremalleras y los enganches metálicos, ubicados de forma simétrica pero en lugares poco habituales, dieron consistencia a un movimiento similar al de un robot.

Las americanas subieron rectas hasta el cuello y las gabardinas se desgajaron a la altura de la cintura, en una colección en la que el verde hierba aportó frescura al negro y blanco.

Hoy también desfiló Valentino, firma que desarrolló originales estampados sobre seda, imprimió mariposas en los trajes de chaqueta, defendió los pantalones anchos y cerró con "looks" de cuadros.

En el calendario oficial de esta primera jornada de la Semana de la Moda de París también estaban programados los desfiles de Christophe Lemaire, Carven, Haider Ackermann, Julien David y Raf Simons. EFE