Colombia vivirá con devoción la canonización de Laura Montoya

Colombia vivirá el próximo domingo la canonización de su primera santa, la madre Laura Montoya, maestra, misionera, escritora y, sobre todo, defensora de los derechos de los indígenas.

Colombia.com - Especiales
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Colombia vivirá el próximo domingo la canonización de su primera santa, la madre Laura Montoya, maestra, misionera, escritora y, sobre todo, defensora de los derechos de los indígenas.

Dos milagros probados de esta beata llevaron el 20 de diciembre de 2012 al cardenal Ángelo Amato a revelar, en la Ciudad del Vaticano, la autorización del entonces papa Benedicto XVI para canonizar a Laura Montoya.

En 2004 la Iglesia Católica había comprobado la intercesión de la religiosa en la curación inexplicable de una mujer con cáncer de útero y por ello, ese año, el papa Juan Pablo II la beatificó.

El milagro ocurrió en 1994 cuando las hermanas de la Congregación de Misioneras de María Auxiliadora y Santa Catalina de Siena, fundada por la madre Laura, acostaron a Herminia González, enferma de cáncer, en la cama en la que había muerto la beata en octubre de 1949, y el resultado es que la mujer se curó.

Un año después, en 2005, la Iglesia comprobó una nueva intervención de la madre Laura, que permitió sanar al médico Carlos Restrepo, quien superó una enfermedad terminal.

"Yo solo me acordé de ella y recé como cualquier católico en un momento de dificultad, le pedí que me ayudara a salir de la situación en la que estaba", recuerda ahora el doctor Restrepo en declaraciones a los medios colombianos.

Y agrega: "Mis signos vitales comenzaron a mejorar; sentía menos dolor y estaba más tranquilo, con el tiempo la recuperación fue completa".

Con la próxima santificación de Laura Montoya, la fe y la devoción se han despertado en Colombia, donde el 80 % de la población profesa esta religión, especialmente en Medellín, donde está el convento de la congregación, y en Jericó, la localidad del departamento de Antioquia que la vio nacer el 26 de mayo de 1874.

Tanto en Medellín como en Jericó ya han comenzado las concentraciones de fervientes creyentes, quienes seguirán de cerca la canonización de la beata el próximo domingo con celebraciones.

"Es un motivo de despertar de la fe y el compromiso de un pueblo que se ha distinguido por ser religioso, porque con el paso del tiempo había aparecido como un adormecimiento en la gente, que se estaba arrastrando hacia otros lados", dijo a Efe el párroco de la iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes de Jericó, Juan Manuel Posada.

Claramente orgulloso, este religioso manifestó que "es bueno ver que sí es posible la santidad en gentes de estas tierras", en alusión a la canonización de la primera santa colombiana.

Además de fervor y devoción religiosa, la canonización de la madre Laura también ha llevado hasta Medellín y Jericó un espíritu comercial, característico de los antioqueños, con la venta de novenas, cuadros, rosarios, estampas, medallas e incluso camisetas y gorras con la imagen de la nueva santa.

Ante este inevitable comercio, el padre Posada aseguró que "la iglesia ha tratado de canalizar la religiosidad popular para que los centros de peregrinación de Jericó no sean simplemente de turismo, en donde se vendan objetos y cosas, sino que haya un verdadero motivo para meditar, orar y vivir la fe".

Esa euforia religiosa de los colombianos también tiene que ver con el hecho de que la nueva santa tenga descendientes directos aún vivos, como es el caso de su sobrina nieta Sofía Montoya, quien reconoció a Caracol Radio que ella es "sangre de su sangre".

"Fueron tres hermanos, Carmelina, la madre Laura y Juan de la Cruz, él se casó con la señora Teresa Upeguí y ellos fueron mis abuelos. De esa unión nacieron Rafael, Gabriel, Miguel Ángel, que era mi papá, Augusto, Laura, Teresita y Luis Alfonso", explicó la orgullosa Sofía para justificar su relación familiar con la beata.

Pero a pesar de ser familiar directa de la madre Laura, Sofía lamenta no poder asistir a la canonización de su tía abuela en Roma por falta de recursos económicos.

La familia Montoya estará representada en la plaza de San Pedro por centenares de colombianos encabezados por el presidente Juan Manuel Santos y algunos de sus ministros, así como por el médico Restrepo, quien no quiere perderse la canonización de quien lo arrebató de la muerte.

Marisol Larrahondo
EFE

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