Junior tuvo la suerte, eso que hace diferente a los campeones

Jueves, 03 / Jun / 2010
 
Colombia.com
La suerte en el fútbol también vale y Junior tuvo esa ventaja asignada a los que tienen porque si o porque no, el sello de campeón.

Podría haber sido con la oreja, la punta de la nariz o con un sutil roce de pestaña, pero así estaba escrito en el panteón profético de los dioses del fútbol.

Si yo hubiera sido Bacca, habría celebrado como celebró el delantero del Junior porque qué culpa, ese era el destino en el 88' cuando ya estaba todo dado para los penales.

Faltando cinco minutos, la salida de los dos mejores jugadores de éste Junior modelo Umaña, Giovanni Hernández y Víctor Cortés, hacían proveer lo peor y Equidad se frotaba las manos.

Los locales estaban enredados en la maraña de Equidad y los penales eran inminentes.

Pero la sencillez fue la reina en el momento más complejo y un rebote en la medialuna terminó por darle la sexta estrella al Junior.

El gol menos pensado le puso justo final a un viacrucis que había comenzado hace un año con la derrota ante Once Caldas.

Incluso, sirvió para quebrar esa marca de que equipo que ganaba de local terminaba siendo el campeón en la final del fútbol colombiano.

Todo por un inocente rebote que pegó en el guayo de Bacca y terminó volviéndose un gol fundamental, trascendental y hasta chistoso en medio de la tensión que tienen estas instancias decisivas.

Junior, como cualquier campeón es justo campeón, pero necesitó de ese toquecito de fortuna para destrabar un partido enredado y táctico en todos los sentidos.

Lo que es para uno es para uno, dicen las mamás y así fue, tienen toda la razón.

Tomás Guzmán Torres - Colombia.com