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James Rodríguez, ni Ospina deben ser capitanes de la Selección

Un capitán no debe ser el que más gane dinero o quien tenga más marketing

Foto: EFE
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Un capitán no debe ser el que más gane dinero o quien tenga más marketing

James Rodríguez ha sido el capitán de la Selección Colombia en los últimos partidos de la eliminatoria. Desafortunadamente la lesión que tuvo en la semana previa a los encuentros ante Uruguay y Paraguay, los alejó de la convocatoria. Su lugar con la cintilla de capitán la asumió David Ospina, arquero suplente del Arsenal e inamovible con Colombia… pero las decisiones con respecto a este tema son, personalmente hablando, erróneas. Ni James, ni Ospina deben ser  los capitanes de la selección.

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He visto a James Rodríguez quejándose en el campo cuando no se la pasan, o la pierde porque algún compañero no se la pasó a los pies… tal vez sea producto de la desesperación adrenalina del momento, pero los berrinches de James no son propios de un capitán. Un capitán no debe ser aquel que más imagen tenga o contratos de marketing firme… tampoco el más atractivo o el que juegue en el equipo más famoso.

Un capitán debe tener carácter, carisma para afrontar malos momentos y sacar su equipo adelante… Un Puyol, un Yepes, un Gerard, un Totti o aquel que demuestre una madurez en el campo. Que si tu compañero no lo hace bien, debe alentarlo y decirle, en medio del juego, qué salió mal. Alguien que reconozca el esfuerzo de su equipo y logre mantener una unión dentro del campo, dejando a un lado egos, orgullos y demás comportamientos que tienden a separar a un equipo. En otras palabras, un líder.

El capitán ideal para la selección sería Falcao, en estos momentos, pero infortunadamente la suerte o el destino no han estado del lado del ‘Tigre’. Y hoy por hoy, entre los convocados, por su entereza, sacrificio, por su manera de encarar el juego, de entenderlo; por su perfil de líder y por el crecimiento que ha tenido en los últimos años, el capitán de la selección Colombia debe ser Carlos ‘La Roca’ Sánchez.

Sanchez, que actúa en la Fiorentina de Italia, no hace los berrinches de James cuando la pelota no le llega a los pies y si es necesario subir, cuando su equipo está al ataque, lo hace; baja cuando hay un contragolpe y su tenacidad al momento de manejar al equipo, se exhiben en los peores momentos, sólo necesita la confianza para manejar el equipo, pues tiene carisma de sobra para serlo, pues ser un buen capitán cuando no hay marea, es muy fácil, pero cuando la tormenta llega, no todos están listo para asumir una responsabilidad que no sólo compromete a 11 en el campo, sino todo a un país.

Al parecer James Rodríguez o David Ospina, actuales capitanes, no logran obtener esa cualidad digna de unos pocos.  Porque sencillamente James, puede ser un buen jugador, tal vez el mejor del país, pero ser un capitán necesita más que eso, mucho más. Tal vez el 10 del Real Madrid le den esa responsabilidad porque es el más famoso, porque la gente lo quiere ver en esa posición, porque de alguna forma ha sido un representante de Colombia en el mundo… Pero él no es el más indicado, a James le falta madurez para saber llevar a un equipo, porque en juego tiene todo el nivel.

Ospina, aunque más maduro, serio y comprometido, al parecer no tiene esa influencia en el grupo, esa que genera un respeto más allá que el que crea cualquier otro colega. Tal vez hablamos de admiración o de experiencia. Por ello, en otros equipos los capitanes son los de más edad, los de experiencia.  Por ello, Ospina no alcanza a cumplir con ese rol. Si fuera por edad, el jugador con más edad sería Robinson Zapata, Abel Aguilar, Carlos Bacca, Faryd Díaz… pero existen  personalidades que no son aptas para esos roles, lo cual es absolutamente normal y respetable, pero por el bien de la selección, James y Ospina deben aceptar que no están hechos para eso.

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