James Rodríguez, el trabajo psicológico para Zidane

El volante colombiano James Rodríguez representa para Zinedine Zidane el primer trabajo psicológico desde que es entrenador. El cucuteño pareciera no andar bien, ni en la cancha ni fuera de ella.

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El volante colombiano James Rodríguez representa para Zinedine Zidane el primer trabajo psicológico desde que es entrenador. El cucuteño pareciera no andar bien, ni en la cancha ni fuera de ella.

James Rodríguez representa para Zinedine Zidane el primer trabajo psicológico a desarrollar con un jugador del primer equipo del Real Madrid desde que es entrenador, ya que el volante colombiano denota que no la pasa bien tras un gesto que no gustó al técnico francés ante el Sporting Gijón que mostró el pesar del cucuteño tras encadenar dos suplencias.

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La llegada de Zinedine Zidane no ha cambiado el momento de James Rodríguez, quien acabó siendo suplente con Rafa Benítez y molesto por ver cómo se filtraban rumores sobre un exceso de peso.

El estado físico del colombiano es uno de los aspectos que más preocupa a ‘Zizou’, quien acabó reconociendo su sorpresa por la mala preparación del equipo en su última comparecencia tras golear al Sporting Gijón.

James Rodríguez vio cómo Isco Alarcón es la primera apuesta de Zidane, por delante de él en un 4-3-3 que mantenía como intocables a los tres de arriba, el galés Gareth Bale, el portugués Cristiano Ronaldo y el francés Karim Benzema. Así ocurrió ante el Deportivo de la Coruña y se repitió frente al Sporting Gijón.

En la víspera del último partido de Liga de España, Zidane no desveló si James Rodríguez sería titular o suplente, pero todo hacía indicar a que habría rotación con Isco para que cada uno mostrara su nivel el día de su oportunidad.

Pero eso no fue así y el centrocampista colombiano fue el único jugador de los suplentes madrileños que no saltó al césped del Santiago Bernabéu a realizar el calentamiento.

La lesión muscular del galés Gareth Bale podría dar la oportunidad esperada a James, que en el minuto 44 comenzó a calentar junto a Jesé Rodríguez. Zidane ordenó que ambos siguieran en el descanso y finalmente se decidió por el español para no tocar su sistema 4-3-3.

Según captaron las cámaras, la reacción de James Rodríguez fue dejar de calentar. Zidane no se dio cuenta y cuando iniciaba la segunda parte se cercioró de la presencia del colombiano sentado en el banquillo, mostró con mala cara su sorpresa y le mandó a calentar inmediatamente.

Acabó jugando 21 minutos el colombiano, con el partido decidido y la goleada sentenciada para el Real Madrid, y se mostró con ansiedad de brillar. Perdió hasta seis balones y fue protagonista de una acción extraña en la que acabó rematando en el tobillo de Karim Benzema y provocando el cambio de su compañero.

El Real Madrid inició una semana de trabajo para que Zidane reconduzca la situación de un futbolista que ha pasado de ser clave en el Real Madrid y protagonizar goles de bella factura, a instalarse en un segundo plano en el que ha quedado demostrado que no se encuentra cómodo.

Será el primer trabajo psicológico de ‘Zizou’ en el primer equipo, con la puerta abierta del hueco que dejará en el equipo titular la lesión muscular en el sóleo derecho de Gareth Bale. El técnico francés debe decidir si pasar a jugar con cuatro centrocampistas y dar la oportunidad de volver a brillar a James Rodríguez, quien mientras tanto debe ganarlo en los entrenamientos y mejorar su tono físico.

Debe darle confianza al club que sí está jugando bien y donde James Rodríguez perdió su lugar. Es ahí el punto clave para el colombiano para volver a esa magia que lo caracterizó el año pasado. Su mal momento no solo es noticia en España, en la mediática y hostil prensa ibérica que es especialista en destruir, sino también en Colombia donde varios periodistas y especialistas han criticado al cucuteño pero a la vez lo animan a salir adelante.

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James Rodríguez tiene muchos rivales: el cambio de técnico, Isco, el buen nivel del Real Madrid, la fama que lo asecha, el dinero que no lo llena, los rumores y la intensidad de la prensa; y su oponente más duro, su familia lejos en su país natal. Esa ausencia en Madrid, la de su esposa e hija, pareciera es lo que le está pasando factura.

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