España y Messi entran en la historia del fútbol en 2012

El astro argentino hace parte de la historia del fútbol tras anotar 91 goles durante el 2012 y superar el récord de 40 años del ex delantero alemán Gerd Müller. 

El jugador argentino del Barcelona Lionel Messi. Foto: EFE
El jugador argentino del Barcelona Lionel Messi. Foto: EFE

El astro argentino hace parte de la historia del fútbol tras anotar 91 goles durante el 2012 y superar el récord de 40 años del ex delantero alemán Gerd Müller. 

El tercer triunfo consecutivo de la selección española de fútbol en una gran competición internacional y los récords batidos por el argentino Lionel Messi serán recordados como los grandes hitos del fútbol mundial en 2012.

Pero el año también estuvo marcado por la tragedia y la muerte en Egipto y en Holanda y por una preocupante escalada del racismo en Europa.

Ha sido un año también en el que el fútbol mundial ha dejado finalmente atrás sus raíces provenientes del siglo XIX y la tecnología de línea de gol del siglo XXI, oficialmente aprobada por la FIFA, se utilizó por primera vez en el Mundial de Clubes de Japón en diciembre.

Este torneo coronó al Corinthians brasileño como mejor club del mundo, un galardón que la mayoría otorgaría por derecho propio al Barcelona.

Pero en una de las grandes decepciones del año, el Barcelona no consiguió ganar la Liga de Campeones, que parecía destinada a acabar en sus manos, al salir derrotado de la eliminatoria de semifinales contra el Chelsea después de que Messi fallara un penalti en la segunda parte, mostrando su cara más humana.

No obstante, el argentino ha logrado 91 goles en todo el año natural, superando el récord de 40 años del ex delantero alemán Gerd Müller.


RÉCORD DE CAMPEONATOS
La selección española disfrutó de su imponente victoria por 4-0 en la final de la Eurocopa contra Italia en una memorable noche de julio en Kiev que puso "la guinda al pastel" de un torneo extraordinario, según el ex director técnico de la UEFA Andy Roxburgh.

Inspirado por su brillante centrocampista Andrés Iniesta, el mejor jugador del torneo según la UEFA, España reforzó su reivindicación de ser recordada entre las mejores selecciones de la historia tras convertirse en la primera en ganar de forma consecutiva dos Eurocopas y un Mundial.

En España, el Real Madrid acabó con la racha de tres Ligas consecutivas del Barça, pero el sueño de una inédita final de la Liga de Campeones entre los dos gigantes españoles se fue al traste cuando el Madrid cayó eliminado en la tanda de penaltis contra el Bayern de Múnich al día siguiente de que el Chelsea apeara al Barça en la otra semifinal.

El equipo catalán ha seguido recibiendo elogios por su fútbol y lidera firmemente la Liga a pesar de que su entrenador talismán, Pep Guardiola, cedió las riendas del equipo a su segundo, Tito Vilanova, en mayo.

El Barça se ha visto también muy beneficiado por un inspirado Messi, que a sus 25 años ya ha asegurado su plaza entre los más grandes con la mayor parte de su carrera aún por llegar - con permiso de las lesiones.

Aunque los azulgrana no han logrado grandes títulos, su estilo de juego al toque sigue cautivando a sus seguidores y Messi, adorado desde hace tiempo en Cataluña, también se ganó el cariño de sus escépticos compatriotas argentinos, liderando a la selección albiceleste en una racha de siete victorias en nueve partidos, incluyendo la clasificación para el Mundial y encuentros amistosos.

De sus 91 tantos, 12 fueron con su país, incluyendo 'hat-tricks' contra Suiza y Brasil, y logró igualar la cifra goleadora del ex delantero argentino Gabriel Batistuta en un año natural.

CAMPEÓN CAÍDO

El Chelsea, que acabó sexto en la Premier League en mayo, se proclamó campeón en la final de la Champions en Múnich ante el Bayern.

Descartados por la prensa de toda Europa antes de jugar con el Barça, los ingleses volvieron a acallar a sus detractores derrotando en los penaltis al Bayern de Múnich en su propio estadio y convirtiéndose en el primer equipo londinense en lograr la Copa de Europa en sus 57 años de historia.

A pesar de haber logrado también la Copa FA, no ha sido un año fácil para el campeón ya eliminado de la actual Liga de Campeones, que pertenece y es gestionado por el multimillonario Roman Abramovich.

Seis meses después de llevar al equipo a la mejor noche de sus 107 años de historia, el entrenador Roberto Di Matteo fue cesado del cargo por el ruso, justo antes de que el Chelsea se convirtiera en el primer campeón vigente de Europa en ser eliminado de la máxima competición continental en la fase de grupos.

Su participación en el Mundial de Clubes también acabó en fiasco al ser derrotado en la final por el Corinthians.

Sus triunfos se vieron además manchados por controversias racistas que salpicaron al capitán John Terry - declarado culpable y sancionado por la federación inglesa a pesar de haber sido absuelto anteriormente por un tribunal civil - y la acusaciones infundadas realizadas por el club contra el árbitro de la Premier League y la FIFA Mark Clattenburg.

LAS PEORES TRAGEDIAS

Y aunque figuras como las de la selección española o Messi (y su rival del Real Madrid, Cristiano Ronaldo) pueden servir de disfrute e inspiración, el fútbol también puede provocar lamentables tragedias como muestran los hechos acaecidos en Egipto y Holanda.

Una de las peores tragedias futbolísticas de la historia tuvo lugar en Port Said el 1 de febrero, cuando más de 70 seguidores egipcios murieron tras unos enfrentamientos en el partido de liga entre Al-Masry de Port Said y Al-Ahly de El Cairo en el que muchos seguidores, policías y otras autoridades fueron acuchillados mortalmente.

Los disturbios se produjeron en el contexto de la extrema tensión en la que vivía el país tras los recientes acontecimientos políticos y la liga egipcia tuvo que ser suspendida.

Más de 33.000 partidos de fútbol aficionado fueron también cancelados en Holanda este mes después de la muerte de un juez de línea que fue golpeado hasta la muerte tras tomar una decisión en un partido juvenil.

Otro aspecto sombrío es el auge de las actitudes racistas en público, especialmente en el este de Europa, donde la ya empañada reputación de Serbia fue ensuciada por los cánticos racistas de sus seguidores durante un partido sub-21 contra Inglaterra.

El correspondiente castigo de la UEFA a Serbia, una multa de 80.000 euros - inferior a la que le impusieron al delantero danés Niklas Bendtner por mostrar publicidad en sus calzoncillos durante la Eurocopa 2012 - despertó severas críticas por ser excesivamente indulgente y el racismo sigue siendo uno de los problemas que la UEFA aún debe resolver.