Ganó el Mallorca de Harold Lozano

El Mallorca se tomó a conciencia su papel de visitante, a pesar de jugar en un ambiente menos hostil que si lo hubiera hecho en el Ruiz de Lopera, y cedió absolutamente la iniciativa y el mando del partido a los béticos. El colombiano Harold Lozano fue titular del cuadro mallorquí.

El técnico mallorquinista llegó a Madrid con las ideas muy claras, sabedor de que no podía plantarle cara a un equipo superior técnicamente lanzándose al ataque. Tejió una telaraña perfecta en torno a su portero Leo Franco e intentó aprovechar alguna ocasión que se le presentase al contragolpe. Con todo a favor, el Betis, que salió con mucha fuerza y echó en falta a Alfonso Pérez, ausente por lesión, se fue diluyendo con el paso de los minutos.

A un inicio prometedor con incursiones llamativas del brasileño Denilson por la banda izquierda, sucedieron momentos de auténtico tedio, con los dos cancerberos de meros espectadores. Sin duda, el gran beneficiado era el Mallorca, que despertó de su letargo consumida ya la primera media hora del envite. Un remate de cabeza de Miguel Angel Nadal a la salida de un córner botado por Riera fue el aviso de lo que llegaría después.

En el minuto 32, Alvaro Novo sacó de su chistera un auténtico golazo. El centrocampista conectó un derechazo desde fuera del área tras un rechace de la defensa bética que dobló las manos de Toni Prats. Era el 0-1 y lo único rescatable hasta ese momento de un encuentro malo y con un Betis fracasando en su segundo compromiso en el exilio.

La segunda mitad fue un monólogo del Betis. Con una Mallorca descaradamente a la defensiva, los verdiblancos acosaron la portería de Leo Franco. Las ganas de agradar a los 15.000 béticos que presenciaron el partido desde las gradas engrasaron la máquina bética, a la que sobraron ocasiones para empatar.

Fernando, Capi, Joaquín, Denilson y Casas pudieron hacerlo, pero se encontraron con un Leo Franco afortunado, que vio la tarjeta amarilla por perder tiempo. Las oportunidades levantaron el ambiente de un público frío por el resultado adverso, pero no era la tarde del Betis, al que afectó en exceso comprobar como pasaban los minutos sin traducir el dominio en goles.

La desgracia se cebó en Assuncao, que estrelló un balón en el larguero del Mallorca de falta directa (m. 70). Por cuarta vez, la madera se interpone en los deseos del brasileño, que en la primera jornada del campeonato impactó tres balones en el travesaño de Riazor.

Pero el Mallorca también tuvo ocasión de sentenciar al contragolpe. El uruguayo Walter Pandiani tuvo el gol en sus botas en dos ocasiones y Harold Lozano no apuntilló poco después. Era la consecuencia lógica de un ataque verdiblanco alocado y a la desesperada que finalmente no obtuvo frutos. El equipo menos presionado por la necesidad de victoria fue el que la logró merced a un planteamiento defensivo casi perfecto.