Presente y futuro de la vuelta al mundo se dan cita en Portugal

Comer en la calle del picoteo más sencillo al más elaborado, convertirse en chef por un día o probar una hamburguesa creada en un laboratorio son algunas de las propuestas sobre el presente y futuro del turismo gastronómico.

Foto: EFE
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Comer en la calle del picoteo más sencillo al más elaborado, convertirse en chef por un día o probar una hamburguesa creada en un laboratorio son algunas de las propuestas sobre el presente y futuro del turismo gastronómico.

Profesionales y aficionados a viajar con el paladar se reúnen en Estoril, a pocos kilómetros de Lisboa, para exponer las tendencias del sector en la Cumbre Mundial del Turismo Gastronómico, en cuyas conferencias intervienen cocineros y empresarios, periodistas y blogueros, expertos en marketing e incluso estrellas de programas televisivos de cocina.

Según dijo José Borralho, presidente de la asociación lusa de turismo gastronómico, organizadora del evento, invitados de varios países, -como Brasil, Nueva Zelanda, Italia, Grecia o Sudáfrica-, discutirán durante este encuentro la creación de una nueva entidad internacional de profesionales del sector.

Esa asociación, según Borralho, seguirá con atención los pasos dados desde la Organización Mundial del Turismo (OMT) para dedicar en exclusiva un departamento a este tipo de viajes.

"Decidimos destacar en esta edición la comida en la calle por tratarse de una tendencia en auge y con mucho crecimiento en Portugal", añadió Borralho en referencia a uno de los temas estrella de la cumbre, en la que intervendrá el periodista culinario británico y presidente de British Street Food, Richard Johnson.

La llamada "street food", de moda en cada vez más capitales del mundo, no se ciñe a hamburguesas, helados o perritos calientes, sino que en las caravanas de Estoril también se puede encontrar sushi, marisco y comida vegetariana o mexicana con un toque portugués.

Douglas Robertson-Ritchie, cocinero de uno de los puestos de comida callejera con más éxito de Londres, una de las mecas del "street food", afirma que este concepto de restauración triunfa porque proporciona "comida de calidad de manos de quien la elabora".

"Pagas la mitad del precio de un restaurante y puedes establecer una conversación con la persona que cocina y vende lo que te vas a comer", señala Robertson-Ritchie, cuyo plato estrella son las hamburguesas de cangrejo. EFE