La isla de San Andrés explora sus raíces en el Festival Luna Verde

 La isla de San Andrés, en pleno mar Caribe, celebra por estos días el "Green Moon Festival", un certamen multidisciplinar que explora las raíces caribeñas de la ínsula.

 La isla de San Andrés, en pleno mar Caribe, celebra por estos días el "Green Moon Festival", un certamen multidisciplinar que explora las raíces caribeñas de la ínsula.

El festival, que vivirá este sábado su noche grande con el concierto de Morgan Heritage, nació con carácter exclusivamente musical en 1987 impulsado por un sanandresano, Kent Francis James, quien buscaba "un espacio para mostrar nuestras diferencias", según explicó a Efe en una entrevista.

"Necesitábamos un escenario para buscar la preservación de la cultura (isleña) y celebrarlo a través de un festival", añadió James en referencia a las peculiaridades que tiene un territorio en el que la población afrodescendiente tiene un gran peso demográfico y le confiere una identidad propia.

Desde su fundación han pasado por el escenario del festival artistas de todos los países del Caribe cuyos ritmos están también en el ADN cultural de los isleños y sirvieron para que la población local, "con similares inquietudes", según James, les conocieran e impulsara su creatividad.

Durante esos primeros años el Festival de la Luna Verde sirvió para que los sanandresanos conocieran "a la familia caribeña", mientras que grupos de la Colombia continental eran invitados "para celebrar la convivencia".

Sin embargo, y debido a los problemas de financiación, el festival hubo de suspenderse en 1993 y solo pudo retornar en 2012, cuando una nueva fuente de recursos institucional decidió impulsarlo.

Durante estos años un terremoto social sacudió a los isleños, ya que San Andrés perdió su estatus de puerto libre que había obtenido en 1953 y la UNESCO declaró la isla y el archipiélago en el que está enclavado como reserva de la biosfera, lo que multiplicó la llegada de turistas.

Tras el renacer del festival, que celebra este año su segunda edición en esta nueva era, James se planteó mantener su estilo original para que se convierta en "una referencia" además de "en un buen recuerdo" de la edición original, y de este modo, "el archipiélago se conozca a través de su cultura y de su música".

Francis destacó que este festival "llama lo más profundo" de los habitantes y visitantes de San Andrés para atraer "el aprecio por el otro", que, en su opinión, tiene mucho que ver con la convivencia.

Para conseguirlo y explorar en las raíces caribeñas de San Andrés, en esta edición, que comenzó el pasado 16 de septiembre, han sido incluidas charlas, conferencias sobre arquitectura y exhibiciones fotográficas que consolidan la idea del festival de ahondar en las tradiciones caribeñas.

Además, el Green Moon se ha vuelto a convertir en un escenario para que los artistas de la isla consigan tener un espacio en el que mostrar su talento en este festival que aspira a tener talla nacional y presencia internacional.

Una de las artistas locales que más expectación ha levantado este año es la cantante Salua Jackson, quien dijo a Efe que el Green Moon fue desde su inicio "una plataforma" para mostrarse y hoy, en su segunda etapa, vuelve a ser la mejor manera de presentarse para los sanandresanos.

"Es cantarle a la gente de la casa y poder mostrarse", apuntó.

Para Jackson tiene un gran valor "lo que significa el mensaje del Luna Verde", que para ella es un recuerdo al exgobernador Simón González "que una noche sintió que la luna estaba verde" y decidió crear el festival.

Otro de los grupos invitados en esta edición, que incluye un día de tributo a la música gospel, es el americano Come Sunday Jazz, formado por profesores de la Old Town School of Folk Music.

Uno de los impulsores de la formación, Matthew Mulcahy, afirmó que la experiencia de su banda, que entrelaza el jazz con el gospel, "fue excelente" y destacó que el tipo de música que interpreta la banda "tiene su origen en la ciudad de Chicago", de donde es oriunda su escuela.

Esa esencia de la banda se enmarca en el fundamento del festival de buscar las raíces y encontrar lazos con otros estilos como el jazz que fusionan los Come Sunday. EFE