ESPECIAL. Se reduce en 18 años la pena al “Mostruo de los Andes”, asesino de al menos 140 niños

Jueves, 23 / Mar / 2006
 
Colombia.com
Un juez redujo en 18 años una de las penas impuestas al asesino en serie con más víctimas reconocidas en el mundo. Ahora su condena se encuentra en 1.835 años. La decisión fue anunciada por el Tribunal Superior de Bogotá en un fallo que afecta a uno solo de los casos por los homicidios cometidos por el asesino en serie, detenido en 1999 y conocido como "El monstruo de los Andes".

Luis Alfredo Garavito Cubillos quien confesó la violación y el asesinato de al menos 140 niños en varias regiones de Colombia fue sentenciado a más de 1.853 años de cárcel.

Sin embargo la reducción de la pena sólo es sobre uno de los asesinatos, por el que fue sentenciado a 40 años de presidio. El asesinato del niño fue cometido en 1996 cerca de Villavicencio y Garavito lo confesó y cooperó con la justicia, a ello se debe la rebaja.

El recorrido de su asesino

Garavito inició su cruel carrera criminal en 1992, cuando las autoridades empezaron a hallar los primeros cuerpos, especialmente niños campesinos, estudiantes y trabajadores de la calle. Según el investigador Fernando Aya, Fiscal de Villavicencio, el asesino en serie recorría el lugar que había seleccionado para cometer sus crímenes, identificaba su objetivo, les regalaba algo (golosinas o pequeños juguetes ) y lo convencía para que lo acompañara. "Una vez allá, los violaba, los ataba y los degollaba. Más tarde mutilaba el cuerpo y lo abandonaba".

El 30 de octubre de 1999, el mayor asesino en serie del mundo, confesó haber matado a 142 niños de los cuales sólo se han encontrado los restos de 114. Los cadáveres mutilados de las víctimas se descubrieron en diversas zonas de 60 poblaciones de unas 11 provincias del país.

Las autoridades no tienen una cifra definitiva pero se cree que pudieron llegar a ser 182 los asesinados. El perfil de las víctimas era claro, eran todos niños varones de edades comprendidas entre 6 y 16 años, pobres y con rasgos físicos similares; delgados, rostro bonito y cabello castaño.

Durante la confesión de más de cuatro horas delante del juez y del psicólogo, Garavito mostró un cuaderno donde tenía su propia estadística. En las páginas había 140 líneas, cada una de ellas pertenecía a un niño asesinado.

Pero las investigaciones a nivel nacional de los asesinatos no empiezan hasta que en 1997 se encuentran 36 cadáveres en descomposición cerca del término de la ciudad de Pereira. Las autoridades, confundidas por tanta barbarie no llegaron a una conclusión definitiva y dejaron abiertas barias hipótesis, desde sectas satánicas, tráfico de órganos, prostitución infantil o un asesino en serie.

Psicología del "El monstruo de los Andes".

En un experimento realizado por Blair (1995), citado por Blair, Murray y Mitchel, (2001) se estudio la relación entre la psicopatía y la psicología de un asesino en serie. Para estos autores, los psicópatas son empáticos ante unas expresiones (rabia y en general expresiones que denotan ira, ante las cuales son especialmente sensibles porque las interpretan como amenazas y tiene un sistema altamente defensivo) pero no para otras, lo que quiere decir que poseen una insensibilidad selectiva.

En el caso de Luis Garavito, se puede evidenciar lo anterior, teniendo en cuenta que éste en el momento de violar a sus víctimas, no sentía ninguna clase de compasión por el sufrimiento que experimentaban los niños, sino que por el contrario se jactaba de cada situación.

Ausencia del temor

Lykken (1982), citado por Sue, (1996) sostiene que debido a una predisposición genética las personas varían en su nivel de intrepidez. La personalidad antisocial se desarrolla debido a la intrepidez o niveles bajos de ansiedad. Las personas que tienen niveles altos de temor evitan los riesgos, el estrés y la estimulación intensa; las que son relativamente intrépidas buscan emociones y aventuras.

Garavito en su declaración manifestó sentir culpa por todos los actos cometidos, dijo: "pido perdón a Dios, a mucha gente, a la sociedad y a la justicia; pido perdón porque yo sin quererlo hacer, algo me empujaba dentro de mi ser a cometer todos estos delitos". De lo anterior, se hace difícil deducir si realmente era sincero en su declaración o si por el contrario lo que buscaba conseguir era el no ser juzgado de manera dura.

Luis Alfredo Garavito quien reportó ser una persona introvertida, con sentimientos de incapacidad, complejo de inferioridad y frustración constante, porque él no podía aceptarse como era, se veía como un ser inmundo.

Manipulación y engaño

Los individuos diagnosticados con el trastorno de personalidad antisocial y específicamente los asesinos en serie son por lo general manipuladores, utilizan a los demás para el logro de sus objetivos y no dudan en aprovechar las debilidades ajenas, que suelen descubrir rápidamente si son inteligentes, y así mismo poder conseguir lo que se proponen sin importar la cantidad de engaños que puedan decirles a los que se encuentran a su alrededor

En el caso de Luis Garavito, éste recurría al engaño y a la manipulación con el fin de ganarse la confianza de los niños, para así poder lograr su propósito y violarlos, satisfaciendo así sus deseos. Además de lo anterior, Garavito convivía con mujeres que no eran sus parejas, sino sus amigas, ellas tenían hijos y le servían para transmitir la imagen de una persona adaptada a la sociedad y evadir las pesquisas de los investigadores judiciales

El asesino tiende a la autojustificación

En cuanto a la justificación, en general, los sujetos psicópatas y los individuos con trastorno de personalidad antisocial tienen una relación distorsionada con el resto del mundo, en la que todo lo que hacen se justifica, esencialmente, por el solo hecho de lo que hacen ellos.

En el caso de Luis Alfredo Garavito, él justificaba sus actos criminales por el maltrato y humillaciones que había sufrido en su infancia, tanto por parte de su padre como de sus compañeros de clase de manera que no se podía atribuir el mayor peso explicativo de su conducta criminal a la socialización. Incluso cuando algunos psicópatas asesinos en serie refieren haber sido victimizados en la infancia no superaron los niveles promedio de crianza inadecuada, es decir, no padecieron eventos realmente traumáticos, sino que evaluaron muy negativamente sus experiencias y las utilizan para la justificación de su conducta.

¿Dónde está ahora Garavito?

Luis Alfredo Garavito Cubillos ahora está recluido y alejado de los demás presos en la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, en Boyacá, 160 kilómetros al norte de Bogotá.

Hace un poco menos de tres años el “El monstruo de los Andes" se convirtió al cristianismo. Efectivamente se bautizó en una ceremonia privada en la oscuridad de su celda, para el rito memorizó algunas líneas de la Biblia: “Deje el impío su camino y el hombre inicuo sus pensamientos y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia”. Y terminó solicitando oraciones para él.

Hoy en día Garavito tiene la oportunidad de tomar el sol una hora diariamente. Sin embargo se encuentra aislado de los otros internos, pues con gusto ellos lo matarían han asegurado, sin vacilar, y no creen en su rehabilitación espiritual.

Con información de www.psicologíajudicial.org
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