Calladito se ve más bonito, así empieza el cambio

Todos tenemos un amigo que arregla todo con sus contactos, que tiene torcidos y sigue las reglas de juego del famoso "usted no sabe quién soy yo".

Colombia.com - Opinión
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Todos tenemos un amigo que arregla todo con sus contactos, que tiene torcidos y sigue las reglas de juego del famoso "usted no sabe quién soy yo".

Sucede que al tiempo que lo hace, suelta un discurso de buena persona, de amabilidad, de una nobleza comparada con un santo. Se da golpes de pecho porque ayuda a la sociedad y se cree buen hijo porque mantiene a la mamá o buen padre porque le da la cuota a su hijo.

¿Les suena conocido? Yo he sido testigo de estas personas durante toda mi vida, pero hace tan solo unos días hablé con uno de ellos, quien pasado de tragos manejaba su carro como si nada. Le dije que le podían quitar el pase de por vida y que algo podía pasar y la respuesta fue: "A mí no me hacen nada, yo tengo amigos allá que me ayudan".

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Horas más tarde me decía que él era una buena persona, que pagaba impuestos, que era un buen ciudadano, que era una persona noble, pero que si se metían con su familia él mismo los mandaba a 'picar'. En ese momento no solo me dije ¡qué mal ando de amigos! sino que me pregunté ¿si estas son las personas buenas y nobles, cómo carajos son las malas?.

En fin, habló hasta de la paz, del plebiscito y de Santos. Mi respuesta fue: "Calladito se ve más bonito". Y es que con tragos todo el mundo arregla el país, pero con tragos también se conoce mucho más de las personas.

Por eso vemos tantos videos virales de personas agrediendo a otras pasadas de tragos, insultando hasta a su sombra, estrellando carros, atropellando a personas por lo mismo, dando cuanto tipo de espectáculo. De este lado da risa porque como dicen por ahí: "es un video viral para compartir en redes", pero piénselo, no debería ser así.

Ahora que se avecina el cambio real en Colombia, el regreso a la vida civil de personas que han estado toda la vida dedicadas a estar en contra de la vida, del gobierno, con un pensamiento equivocado, nosotros somos los que debemos dar el ejemplo.

Ellos llegan a una sociedad que ya está muy plagada por la ley del aventajado, del que no da puntada sin dedal, del que no puede hacer negocios sin pensar en el 'cómo voy yo ahí', del que mata a una persona por manejar con tragos, del que le pega a su mujer porque es el que paga todo en su casa, llegan a la sociedad que no puede mantenerse estable porque no conoce la ley de la prudencia.

Calladito se ve más bonito, así empieza el cambio. Lo primero que hay que hacer es dejar de decir: "No me hacen nada porque yo tengo amigos allá", "Yo tengo negocios con ellos y no me pueden hacer nada", "Ya pagué porque me hicieran el favorcito de quitarlo del camino".

Dejar de pelear con el vecino porque le atravesó el carro, dejar de resolver todo a los golpes y a los insultos, aprender a poner la cara, a tener pantalones, a hacer y respetar la fila, a poner puntos finales sin necesidad de ganarse un enemigo, a vivir sin importar el qué dirán, a ser prudente, a callar.

A mi amigo le dije exactamente esto y que viviera y dejara vivir, sin rencores. Que aunque suene cliché y religioso -aclaro que no lo soy- Dios es quien se da cuenta de todo. Así es que empieza el cambio, ¿estamos listos para esto?.

@Lilimatt / Colombia.com