El alzhéimer que afecta los acuerdos de paz

A puertas de que se firme el acuerdo final de paz y se proceda a llamar a plebiscito a los colombianos, Álvaro Uribe y sus ‘bien’ ganados adeptos se oponen a lo que puede ser el fin del conflicto, porque el senador cree que es un “acuerdo de impunidad total y que se le está entregando el país a las Farc”.

Pero en realidad, ¿puede Uribe lanzar tal campaña de desprestigio al proceso actual, sin resultar salpicado?

Recordemos que bajo el gobierno de Álvaro Uribe Vélez se llevó a cabo el proceso de paz con los paramilitares, ¿recuerda usted cuáles fueron los acuerdos? ¿Son realmente mejores a los que ha llegado Juan Manuel Santos con las Farc?

Los acuerdos con los paramilitares

En el 2005, el Congreso de la República expidió una ley llamada ‘Ley de Justicia y Paz’ que le permitió a Uribe iniciar el proceso con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), dado que esta ley le daba beneficios a los paramilitares que se desmovilizarían, entre ellos:

* Penas alternativas: para quienes reconocían sus crímenes que iban entre 5 y 8 años de prisión independientemente del delito que hayan cometido.

* Amnistía e indulto: en la mayoría de los casos los paramilitares no fueron indultados sino amnistiados, lo cual señala que al ser amnistiados se considera al victimario como inocente, lo que no ocurre con el indulto que el victimario sigue siendo culpable, aunque no pague con cárcel.

*Reparación de Víctimas: Los paramilitares debían reparar a sus víctimas con el dinero que obtuvieron delinquiendo y no con su patrimonio.

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*Cese al fuego: Se hizo en varias entregas, en la medida en que se iba desmovilizando cada bloque paramilitar, lo cual permitió que durante el proceso se perpetuaran distintos delitos.

*Participación Política: Con los paramilitares no se negoció este punto por no tener un estatus político; sin embargo, Uribe intentó abrir curules para las AUC.

Así como estos, son varios los acuerdos que en realidad no son muy distantes de los del actual proceso de paz con las Farc; pero la oposición encabezada por el senador Uribe continúa haciendo uso de su imagen de favorabilidad de un país sin memoria, para oponerse a un acuerdo que si bien no es mejor ni peor del que él realizó; no debería aprovecharse de alzhéimer de los colombianos para arremeter contra las acciones de su sucesor.

 Al parecer, quienes siguen al senador no recuerdan o prefieren omitir los acuerdos con los paramilitares, que claramente define David Bustamente, en su columna donde dice que “La masa de feligreses políticos hoy permanece sordociega mientras ayer permaneció sordomuda”.  Y que además yo le agregaría la falta de memoria, un Estado que resulta bastante conveniente para la política.

Y aunque no pretendo ser una feligrés de Santos o del proceso de paz; sí hago un llamado para que la decisión de apoyar o desaprobar los acuerdos, no esté atada a la falta de memoria o a un político que cae por sus propios actos.

Diana Katherinne Cruz / Colombia.com

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