En firme paro de taxistas por Uber

Las autoridades manejan tres posibles soluciones a la problemática de Uber, declararla ilegal, regular su servicio o poseer una categoría de taxis de lujo.  

Uber busca una regulación como la hecha en Cuidad de México. Foto: EFE
Uber busca una regulación como la hecha en Cuidad de México. Foto: EFE

Las autoridades manejan tres posibles soluciones a la problemática de Uber, declararla ilegal, regular su servicio o poseer una categoría de taxis de lujo.  

La problemática entre el gremio de taxistas y las aplicaciones de contratación individual de servicios de transporte espacial  al parecer no tiene una pronta salida, lo único cierto es que aun está en pie por parte de los taxistas adelantar el paro previsto para el 29 de éste mes.

El paro según se conoce, es a nivel internacional. Las asociaciones de taxistas del mundo, afirman que se unirán conductores de América Latina y Europa, para llevar a cabo la protesta mundial contra Uber y aplicaciones similares.

El problema en Colombia resulta complejo, ya que son distinta entidades las que llegarían a mediar respecto de la posible solución. En primera instancia están las autoridades de tránsito y transporte, pasando por las secretarías distritales y municipales de movilidad; con su respectiva policía. Por otra parte están El Ministerio de Trabajo y las superintendencias de Industria y la de transporte.

Mientras esto pasa en Colombia se estima que, Uber tiene 10.000 carros afiliados y más de 150.000 usuarios activos cada mes. Lo que representa una baja en la ganancia para los taxistas, alrededor de 30%. En los 58 países donde Uber  logra operar, siempre ha tenido dividido a los ciudadanos, en muchos como en Colombia, todavía discuten sobre las soluciones. En otros se ha prohibido definitivamente y se adelantan acciones contra conductores que la usen. Por su parte, en Ciudad de México  y algunas ciudades de Estados Unidos, se logró acuerdos para su legalización.

En Colombia los indicios apuntan que el Gobierno, a través del Ministerio de Transporte, estudia las posibles salidas, de las cuales no sé conocen los detalles, pero se puede especular con.

Declararlo ilegal, esta medida ya la han intentado imponer grupos de taxistas, por medio de acciones de tutela, que aducen su derecho al trabajo, las cuales no han progresado. Además ante la  Superintendencia de Industria y Comercio existen dos demandas por competencia desleal, que quizá puedan prosperar y declarar a Uber ilegal. Existe también un proyecto de ley que contempla sanciones para usuarios de estas aplicaciones. En tal caso, sólo una ley, orden judicial o administrativa, conferida por una superintendencia o cuerpo legislativo, sería la manera para declarar la ilegalidad y posterior orden de prohibición. En ese caso el Ministerio de las TIC tendría que pedir a los operadores móviles, un bloqueo permanente de dichas aplicaciones.

La opción de un posible decreto que lo regule como un servicio de taxi de lujo, para Uber en voz de Adriana Garzón, vocera de la empresa, “no es una solución al problema”, porque sólo contemplaría a empresas formales de transporte como las ya existentes, y explicó, “Somos una empresa de tecnología, no de transporte que compra carros o cupos. En México se legalizaron los criterios de intermediación de las aplicaciones entre la oferta y la demanda, las cuales deben pagar una licencia anual de operación por vehículo, además de un impuesto por viaje. Así están reguladas las aplicaciones como Uber en varias ciudades del mundo”.

Por su parte el Ministerio de Transporte trabaja en un nuevo decreto, posiblemente para octubre, que estipularía una categoría de servicio de taxis de lujo, con unos parámetros técnicos de los vehículos como nuevos, equipados con airgbags, espaciosos, entre otros. En cuanto a los conductores el decreto estipularía formación y presentación para un servicio diferencial. La ministra Natalia Abello también se manifestó,  “El llamado es a la legalidad. Prestar servicios de transporte sin estar habilitados como empresas, sin tener homologación de vehículos y sin regulación de tarifas es algo que está fuera de la ley”.

Sin embargo reconoció también, que se debe tener una regulación que incentive la competencia y que contemple nuevas formas de servicio, y sostuvo “El Plan Nacional de Desarrollo nos habilitó por seis meses para analizar y tomar esas determinaciones”.

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