Nobel de Física 2017: Gana la detección de ondas gravitacionales

El jurado reconoció el trabajo como un ‘descubrimiento que ha sacudido al mundo’ gracias a tres científicos estadounidenses.

Foto: Interlatin
Foto: Interlatin

El jurado reconoció el trabajo como un ‘descubrimiento que ha sacudido al mundo’ gracias a tres científicos estadounidenses.

Las ondas gravitacionales son el resultado de violentos eventos galácticos, como el choque de agujeros negros o la explosión de estrellas masivas, y pueden revelar eventos que ocurrieron millones de años atrás. 

Te puede interesar: Antártida: Se desprende nuevo iceberg gigante

Rainer Weiss, Barry Barish y Kip Thorne han recibido el premio Nobel de Física 2017 por su trabajo en LIGO  (Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferometría Láser, en español), el detector de ondas gravitacionales.

El reconocimiento fue por un ‘descubrimiento que sacudió al mundo’, según comentó Göran Hansson, secretario general de la Real Academia de Ciencias Sueca. La mitad del premio la obtuvo Weiss, mientras que Thorne y Barish compartieron la otra por su contribución en los detectores de LIGO y la observación de ondas gravitacionales.

La primera detección directa de ondas gravitacionales tuvo lugar en septiembre de 2015 en el LIGO, donde trabajaban los tres laureados. 

El hallazgo, divulgado en febrero de 2016, fue celebrado como la culminación de décadas de investigación. En 1984, Thorne y Weiss crearon el LIGO, en el prestigioso Instituto de Tecnología de California (Caltech), que ha recibido 18 premios Nobel desde la creación del galardón en 1901.

Barish se unió a ellos en 1994 y ayudó a finalizar el proyecto del observatorio, donde hoy en día colaboran más de 1.000 investigadores de 20 países, este año recibieron el Premio Princesa de Asturias por su papel en el Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales.

La primera observación directa de las ondas gravitacionales fue el resultado del choque de dos agujeros negros ocurrido a unos 1.300 millones de años luz de distancia.

"Aunque la señal era extremadamente débil cuando llegó a la Tierra, ya prometía una revolución en la astrofísica. Las ondas gravitacionales son una forma completamente nueva de seguir los eventos más violentos en el espacio y probar los límites de nuestro conocimiento", dijo la Academia Sueca.

Puedes ver:

Con información de AFP/Colombia.com