Cuerpos para la ciencia, básicos para la formación en medicina

Los españoles cada vez somos más solidarios. El número de cuerpos destinados para la investigación ha aumentado paulatinamente en los últimos años. Dos expertos explican a EFEsalud la importancia de las donaciones para la formación de los futuros médicos.

Foto: EFE
Foto: EFE

Los españoles cada vez somos más solidarios. El número de cuerpos destinados para la investigación ha aumentado paulatinamente en los últimos años. Dos expertos explican a EFEsalud la importancia de las donaciones para la formación de los futuros médicos.

María Teresa Vázquez Osorio, responsable del departamento de anatomía y embriología humana de la Universidad Complutense de Madrid, y Alfonso Rodríguez coordinador de donaciones de la Universidad Autónoma de Barcelona explican cuáles son los trámites para ser donante y la utilidad de estos cuerpos.

¿Para qué sirven?

“Los cuerpos se utilizan fundamentalmente para la docencia en los diferentes grados que se imparten en las facultades con el fin de que los alumnos estudien el cuerpo humano, aunque también existe una cierta utilidad para la investigación”, explica Alfonso Rodríguez.

Por su parte, Teresa Vázquez argumenta que “la donación es muy importante porque favorece la formación médica” y reconoce que “sin ella sufriríamos un retroceso enorme de conocimiento, ya que los estudiantes no podrían realizar una disección hasta que no fueran especialistas en cirugía”.

Se trata de una acción totalmente altruista, es decir, al donante no le cuesta nada y tampoco recibe ninguna cuantía económica por la donación.  Sin embargo, cada banco de cuerpos ” tiene unos gastos que asumir desde la institución pública porque tenemos que pagar el desembolso de la funeraria y el mantenimiento”, explica el experto.

¿Cómo puedo hacerme donante de cuerpo?

Cada universidad tiene su programa de donación. Por tanto, aquellos interesados en donar el cuerpo deben acudir a la facultad de medicina más próxima a su domicilio y realizar las gestiones de admisión.

Para ser incluido en el programa se debe de cumplir con una serie de requisitos: 

Estar vivo

Tener una buena condición física

Ser mayor de edad

No padecer ninguna enfermedad infecto-contagiosa

Cuando el cuerpo llega a la facultad “se le somete a una analítica para comprobar si posee alguna patología como la hepatitis B, hepatitis C o VIH; en el caso de resultar positivo, el cuerpo no  es viable para los estudios”. Además, “si el cuerpo ha sidoautopsiado o haya sido intervenido para la extracción de los órganos”, tampoco será apto para la investigación.

Si esto sucediera “se avisa a la familia y se les comunica que el cuerpo no es apto para el fin al que estaba destinado, si quieren pueden hacerse cargo del entierro, aunque por lo general esto no ocurre, muchas familias se desentienden por lo que tenemos que proceder a su incineración”, explica Rodríguez.

Conservación

“El mejor conservante es el fomaldehído, el problema es se trata de un compuesto tóxico, por lo que últimamente algunas muchas facultades optan por técnicas de conservación complementarias”.

En la Universidad Autónoma de Barcelona utilizan solución de Cambridge, una miscelánea compuesta por alcohol, metanol y muy poca concentración de formaldehído. “Los cuerpos se conservan en cámaras herméticas a 6 grados de temperatura, de este modo, si bajamos la temperatura es posible disminuir la concentración de este formol”.

Lo recomendable es que los cuerpos se conserven en dichas cámaras durante aproximadamente un año, “cuando más tiempo, mejor se fijan los tejidos”. Aunque esto es relativo, “en las facultades con menos capacidad los tienen que utilizar antes porque no les queda más remedio, en nuestro caso afortunadamente no es así”, afirma el especialista.

Más crisis, más cuerpos ¿causa- efecto?

Teresa Vázquez desmiente que el aumento de donantes que se ha producido los últimos años se deba a la crisis. “Cuando alguien no tiene medios para pagar su fallecimiento puede acudir a los servicios sociales. Además ser donante supone un proceso tremendamente complejo para que dependa sólo de factores económicos”.

“Si se utilizasen adecuadamente los cuerpos, las donaciones siempre serían insuficientes”, remarca la experta.

Según Alfonso Rodríguez, “se trata de un aumento paulatino pero casi insignificante, cuando las personas donan su cuerpo a la ciencia no se le pregunta el motivo de su acción, se respeta la intimidad de la persona”.

Un estudiante en clase de disección

EFEsalud ha hablado con una estudiante de primero de medicina, que prefiere guardar anonimato, y que ha contado cómo es su día a día en la sala de disección.

 Cuando entraste en la facultad, ¿qué esperabas de tus prácticas de disección?

Yo creía que iba a ser más impactante, pero al final lo piensas  racionalmente y te acostumbras. Al principio como es lógico no sabíamos bien cómo teníamos que diseccionar el cadáver, hay que ser muy prudente.

¿Os preparan de alguna forma antes de la primera clase?

No, no nos dicen nada, sólo que tengamos respeto por los muertos, que nos pongamos siempre bata y guantes y que nos lavemos bien las manos al entrar y al salir. Normas básicas de higiene, pero psicológicamente ya esperan que vengas preparado.

¿Ha cambiado tu comportamiento respecto a la primera vez que tuviste contacto con un cadáver?

Por supuesto que si, ahora no lo pienso. Al principio daba más impresión ver el cuerpo con la sábana encima que ver el cadáver. He de reconocer que lo que más me impactó fue la piscina de formol, es un recinto algo siniestro que está fuera de la sala de disección, en el aula hay aproximadamente 20 cuerpos.