Avión solar cumple su hazaña de darle la vuelta al mundo

Avión propulsado con energía solar culminó la histórica vuelta al mundo aterrizando en Abu Dabi, teniendo por nombre avión Solar Impulse II.
 

Avión propulsado con energía solar culminó la histórica vuelta al mundo aterrizando en Abu Dabi, teniendo por nombre avión Solar Impulse II.
 

Piccard subrayó el hito que supone para la energía el hecho de haber culminado la vuelta al mundo con el Solar Impulse II. "Hay suficiente tecnología y soluciones, y no debemos aceptar un mundo contaminado: tenemos que ir más allá, el futuro es limpio", enfatizó.

El avión solar necesitó 23 días completos de vuelo -558 horas y 6 minutos exactamente- para superar su periplo de 43.041 kilómetros de distancia.

Un recorrido en 17 etapas sin usar ni una gota de combustible, con el que ha demostrado que las tecnologías limpias pueden emplearse incluso para mover aeronaves en el cielo.

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"Hemos volado 40.000 kilómetros sin combustible, pero aún queda mucho por hacer para fomentar las tecnologías limpias y motivar al mundo a que reduzca su dependencia de los combustibles fósiles en su vida diaria", resaltó Piccard. Desde su punto de vista, las energías limpias son una alternativa de futuro en los medios de transporte aéreos.

Recordando su viaje, Borschberg aseguró que el "mayor reto" fue "cruzar el océano Pacífico", el periodo "más largo en vuelo". Sin embargo, reconoció que la última etapa, de Egipto a Emiratos, también resultó todo un desafío para los pilotos por las altas temperaturas en Arabia Saudí, que obligaron a los ingenieros a "reajustar parte del equipo del avión".

En su aventura alrededor del planeta, Bertrand Piccard y André Borschberg han volado a bordo del Solar Impulse II sobre Asia, el océano Pacífico, Estados Unidos, el océano Atlántico, el Mediterráneo, el norte de África y Oriente Medio.

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"Ahora podemos avanzar hacia una economía baja en carbono y cumplir con nuestra obligación de proteger el planeta", apuntó el príncipe Alberto de Mónaco.

El Solar Impulse II, equipado con más de 17.000 células fotovoltaicas, está fabricado con fibra de carbono, pesa igual que un automóvil familiar vacío y se sustenta gracias a una envergadura alar mayor que la del Boeing 747. Su velocidad de travesía se sitúa entre 45 y 90 kilómetros por hora y alcanza una altura máxima de 8.500 metros.

EFE