Estatinas contra el colesterol, uno de los mayores avances farmacológicos en 20 años

Los expertos de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y de la Sociedad Española de Arterioesclerosis (SEA) han debatido en Málaga, este fin de semana, los aspectos prácticos relativos al riesgo cardiovascular y el papel de las estatinas en el control de la hipercolesterolemia.

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Los expertos de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y de la Sociedad Española de Arterioesclerosis (SEA) han debatido en Málaga, este fin de semana, los aspectos prácticos relativos al riesgo cardiovascular y el papel de las estatinas en el control de la hipercolesterolemia.

El acto, que ha contado con una beca no condicionada de AstraZeneca, se ha centrado en destacar la eficacia de las estatinas para el control de los niveles de colesterol LDL y en debatir los pros y contras de las recientes guías sobre el control de la hipercolesterolemia avaladas por la American Heart Association (AHA) y el American College of Cardiology (ACC).

Los debates se han desarrollado en unas Jornadas sobre “Guías de lípidos y objetivos a alcanzar en los pacientes de más alto riesgo cardiovascular”.

Los expertos indican que tener alto el colesterol, junto con la hipertensión y el tabaquismo, son los tres principales factores de riesgo cardiovascular.

“Las personas con mayor riesgo cardiovascular son aquellas que poseen más de un factor de riesgo cardiovascular; diabéticos, fumadores, personas de edad más avanzada, que tengan antecedentes familiares, hipercolesterolemia, hipertensión, etc… Pero el grupo que sin duda posee un riesgo aun más elevado son aquellos pacientes que han tenido una complicación cardiovascular, es decir, un infarto, un ictus o arteriopatía periférica”, explica el doctor José Ramón González-Juanatey, presidente de la SEC.

Las cifras totales de colesterol están formadas por la suma de colesterol HDL o colesterol “bueno”, lipoproteínas de alta densidad que protegen ante la enfermedad cardiovascular, y el colesterol LDL o colesterol “malo”, lipoproteínas de baja densidad que cuando se acumulan en la sangre forman placas de aterosclerosis que ocluyen las arterias y pueden llegar a causar un infarto cerebral o cardíaco.

En España, más de la mitad de la población posee cifras elevadas de colesterol o hipercolesterolemia (>200 mg/dl) y de estos solo el 53,6% es consciente de ello.

Además, solo el 23,7% de las personas con colesterol elevado está tratado y el 13,2% se mantiene bien controlado.

Así lo indica el estudio ENRICA, que también reveló que el 44,1% de los pacientes diagnosticados está sometido a un tratamiento farmacológico para poder controlar su colesterol.

Un estilo de vida saludable, vital para el bienestar

Para prevenir niveles altos de colesterol, se recomienda llevar un estilo de vida saludable e incidir en aquellos factores de riesgo que son modificables, como seguir una alimentación adecuada, la práctica de ejercicio físico regular y el abandono de ciertos hábitos nocivos como el tabaco o el alcohol.

“En primer lugar el paciente tiene que hacer ciertos cambios en su estilo de vida: tiene que mantener un peso adecuado, dejar de fumar, hacer ejercicio regular, mantener una dieta rica en fruta, verduras y pescado; y de esta forma es posible mantener un control de los niveles de colesterol”, subraya el doctor Juan F. Ascaso, presidente de la SEA.

Las estatinas como tratamiento farmacológico

Pero cuando no se puede reducir de forma natural el colesterol, resulta necesaria la prescripción de tratamiento farmacológico.

Las estatinas constituyen, como explica el presidente de la SEC, “el grupo de fármacos más utilizado para reducir el colesterol, que además han representado, según la definición de la OMS, uno de los mayores avances en salud humana de los últimos 20 años”.

Por todo ello, tanto las guías europeas como más recientemente las americanas, indican claramente que estos fármacos son la primera opción para reducir el riesgo cardiovascular de los pacientes con colesterol elevado y, en muchos casos, de todos los pacientes cuando tienen muy alto el riesgo cardiovascular.

Existen diferentes tipos de estatinas y varían en función de su potencia.

Hay estatinas de baja potencia que se utilizan poco, como podrían ser lovastatina y fluvastatina; estatinas de media potencia, que reducen aproximadamente un 30-40% el colesterol LDL, como simvastatina y pitavastatina; y hay estatinas de alta potencia, como atorvastatina y, sobre todo, rosuvastatina, la estatina de mayor potencia que ha demostrado reducir los niveles de colesterol LDL entre un 50 y un 60 por ciento.

EFE