Por: Redacción Turismo • Colombia.com

Ráquira

Entre cerámica y barro en un privilegiado espacio del departamento de Boyacá muy cerquita de Tunja se encuentra Ráquira, un pueblo de tradición alfarera que entre artesanías y la hospitalidad de sus raquireños esperan ansiosamente a sus visitantes y los lleva a un viaje a través de la historia y el legado indígena.

Actualización
Ráquira un pueblo de arcoíris artesanal. Foto: Shutterstock
Ráquira un pueblo de arcoíris artesanal. Foto: Shutterstock

Entre cerámica y barro en un privilegiado espacio del departamento de Boyacá muy cerquita de Tunja se encuentra Ráquira, un pueblo de tradición alfarera que entre artesanías y la hospitalidad de sus raquireños esperan ansiosamente a sus visitantes y los lleva a un viaje a través de la historia y el legado indígena.

Es un privilegio pasear por la calles de este noble pueblo lleno de esculturas de barro y artesanías sin igual que enorgullecen a nuestra patria, nombrada como la capital artesanal de Colombia, fue galardonada por la Corporación Nacional de Turismo como uno de los pueblos más bellos de Boyacá. Sin temor a equivocaciones este es un destino del turismo en Colombia que merece ser visitado y reconocido a nivel mundial.

Con un nombre que anunciaba el prodigio de las manos raquireñas se bautiza esta tierra, el significado muisca “ciudad de las ollas” se encargó de dar identidad y forjar al arte que tiene sello de exportación y que lleva en cada pieza artesanal el corazón de un boyacense. Pero no crea que este bello don no ha tenido evolución, con el paso de los años los alfareros fueron perfeccionando sus técnicas y dando espacio importante al detalle y la decoración, de tal manera que se crea la Escuela de Cerámica de Ráquira, porque la magia que se lleva en la sangre debía también ser compartida y enseñada para su misma evolución.

Si quiere actividades diferentes a las que normalmente encontrará, puede ir en octubre a Ráquira al Festival de Cargueros, donde los jóvenes se encargan de dar a conocer su cultura en arcilla, llevando a cuestas variadas piezas que son realmente un espectáculo visual. Pero no solo es un desfile para adultos, los niños también tienen participación, los pequeños llevan muestras manuales en cerámica como cargueritos e inician el conocimiento de su legado indígena. Si después de esto se abre su apetito, pues la gastronomía no se queda atrás, en este festival podrá deleitar su paladar con la variedad de platos que le ofrece este rinconcito de Boyacá y quedará con la energía totalmente recargada para seguir su recorrido.

La arquitectura uniforme y colorida se quedará grabada en su memoria, la herencia ancestral que cuelga por sus balcones y sus puertas es el retrato del alma con que se fabrican las lindas piezas que se llevan como recuerdo los turistas y que viajan por el mundo diciendo: ¡Ráquira, tierra de arte y tradición!

Foto: Shutterstock
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Después de enriquecerse con este paseo cultural, muy cerca de allí puede visitar el Desierto de la Candelaria, los viñedos y los pozos azules, donde puede practicar senderismo e incluso montar a caballo. Definitivamente es imposible aburrirse en Ráquira, atracciones de todos los tipos la acompañan y son la carta de presentación perfecta para querer llegar al pueblito del arcoíris artesanal.

Con música los despide este bello destino del turismo en Colombia, porque Ráquira cuenta con uno de los mejores embajadores y este es Jorge Velosa, principal exponente de la carranga. A ritmo de guacharaca, guitarra, requinto y tiple se entonan las notas que lo instan a que conozca este incomparable pueblito y no se pierda de una de las mejores experiencias que Boyacá guarda como un gran tesoro.