Moniquirá

UN DULCE Y RICO PARAJE

Es tal la importancia de este fruto en la población que uno de los tres colores que componen su bandera tiene el tono de la guayaba como muestra de la abundancia del producto, los otros dos son el blanco que denota la paz y el verde, que simboliza la riqueza natural del municipio.

Cada uno de los municipios que cultivan y producen son precursores y se declaran como capitales dulces pero Vélez, Santander se adelantó y no solo hizo famosos sus bocadillos sino que los certificó con denominación de origen, ese título de procedencia que tienen productos mundialmente conocidos como el queso Roquefort, el café de Colombia, el queso Paipa o la champaña.

Pero sin importar la fama de Vélez y sus bocadillos, Moniquirá cuenta con una industria dulce que compite en calidad y cantidad haciendo de esta actividad un importante renglón de su economía con exportaciones a los Estados Unidos, Europa y otros países de Latinoamérica.

Otros sectores pujantes tienen que ver con la ganadería, el cultivo de café, frutas y la caña de azúcar con la que elaboran la igualmente famosa panela moniquireña.

Moniquirá, con el disgusto de algunos es considerada como la ciudad dulce de Colombia y su agradable clima es famoso entre los habitantes de zonas cercanas que incluyen a Bogotá y que prefieren esta tierra para ir a tomar un descanso en sus hoteles, deleitarse con su completa y deliciosa gastronomía y disfrutar de sus paisajes bendecidos por la naturaleza.

Territorio del Cacique Susa, es una de las ciudades más importantes y pobladas del departamento de Boyacá y cuenta además con una gran riqueza hídrica pues es bañada por los ríos Suárez, Pómeca y Moniquirá, razón que hacen de sus tierras un rico universo en el que se pueden sembrar múltiples productos agrícolas.

Moniquirá está a una hora de Tunja y es paso obligado hacia el norte del país, en el mes de diciembre recibe numerosos visitantes venidos de todos los rincones nacionales en las Ferias y Fiestas del dulce y el bocadillo para en enero volver a contar con su capacidad hotelera totalmente copada con motivo del festival de verano que congrega a turistas que quieren empaparse de agua, una tradición en estas festividades.

Moniquirá es un pueblo fiestero y muy alegre que ve la vida con tenacidad y dulzura, es una ciudad que no quiere ser considerada como tal porque su carácter de pequeña población le brinda un ambiente acogedor que se nota en el semblante de sus habitantes, gentes echadas para adelante y que trabajan a diario por aportar valor a su tierra, un lugar tan agradable que cuesta mucho abandonar.