Por: Redacción Turismo • Colombia.com

Puente de Boyacá

Quizás no hay emblema más representativo para la independencia de Colombia que el Puente de Boyacá, pero de la misma forma otro objeto fue declarado símbolo en el fracasado intento previo de libertad del 20 de julio de 1810, en aquella ocasión fue un florero el material de la discordia y 9 años más tarde de dicho acontecimiento, la liberación del yugo español se dio definitivamente en campos boyacenses y el puente permanecerá eternamente como alegoría de emancipación.

Actualización
Puente de Boyacá, monumento declarado Patrimonio Cultural de la Nación. Foto: Shutterstock
Puente de Boyacá, monumento declarado Patrimonio Cultural de la Nación. Foto: Shutterstock

Quizás no hay emblema más representativo para la independencia de Colombia que el Puente de Boyacá, pero de la misma forma otro objeto fue declarado símbolo en el fracasado intento previo de libertad del 20 de julio de 1810, en aquella ocasión fue un florero el material de la discordia y 9 años más tarde de dicho acontecimiento, la liberación del yugo español se dio definitivamente en campos boyacenses y el puente permanecerá eternamente como alegoría de emancipación.

UN HOMENAJE A LA LIBERTAD

Contrario a lo que muchas personas imaginan, el Puente de Boyacá o Altar de la patria, es un monumento y no es una obra colosal de la arquitectura, de hecho, para el año en que transcurrió la batalla de Boyacá, el puente era muy similar al que se conserva actualmente, una construcción de piedra de tamaño pequeño que servía para el paso sobre un río que seguramente muchos no conocen su nombre.

Es que la historia se ha empeñado en dejar en nuestras memorias las imágenes de una heroica batalla en la que Bolívar, Santander y valientes soldados jamás pensaron en la derrota y lucharon con más que espadas y cañones, lucharon con el corazón y esa misma tarde alcanzaron la libertad definitiva de España.

Pero esa misma historia no logró que muchos detalles se destacaran, justamente porque la victoria decisiva sellada con tanta sangre derramada durante siglos, fue principal protagonista.

Foto: Shutterstock
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El Río Teatinos pasa bajo el Puente de Boyacá y aunque no se le otorguen descripciones en la independencia, tiene gran importancia porque aporta aguas para el abastecimiento de Tunja, la capital del departamento.

Otra dato que no todos conocen es que El Puente de Boyacá se encuentra en la jurisdicción del municipio de Ventaquemada, población famosa por sus arepas, algunas de las cuales tienen records mundiales y seguramente acompañadas de agua de panela sirvieron de fuente de energía para las tropas patriotas que se refugiaron en una casona que aún hoy se conserva.

El Monumento Nacional agrupa estatuas del libertador elaboradas en Alemania, de Francisco de Paula Santander, un Arco del Triunfo, Plaza de banderas, una flama permanente que indica que nuestra soberanía jamás se apagará y un monumento a Pascasio Martínez, un pequeño gran héroe oriundo de la zona quien no se dejó sobornar por el líder español Barreiro, Coronel y Comandante del ejército español en la Nueva Granada que en su intento de huída se encontró con el coraje y sentir de patria del jovencito que no dejó de apuntarle con su rifle ni un segundo.

Este lugar no es solo un centro patriótico, allí además se celebran ceremonias religiosas generalmente para las conmemoraciones de las gestas libertadoras.

Boyacá es la tierra de la libertad, por eso la providencia escogió este suelo de gentes humildes pero laboriosas y orgullosas de su raza para ser el escenario que le brindó la posibilidad a nuestra nación de ser un estado autónomo y soberano, un país en el que las cadenas de la opresión jamás se escucharán arrastrar.

Y mientras respira los aires de la independencia y su mente lo sumerge en medio de un mar de caballos, soldados y explosiones de cañón, disfrute en Ventaquemada de un piquete, un delicioso cocido boyacense, arepas, almojábanas y agua de panela, delicias que sin duda lo liberarán del hambre y le harán cantar victoria al igual que un soldado patriota: ¡Viva la libertad, viva Boyacá, tierra libre!