Cartagena

Por: Juan Carlos García Sierra • Colombia.com

Iglesia y Convento de La Popa

Cuando los visitantes entran al que es un antiguo convento se encuentran con una plaza central de carácter magnifico por su grandeza y gran riqueza histórica.

Iglesia y Convento de La Popa. Foto: Shutterstock
Iglesia y Convento de La Popa. Foto: Shutterstock

Cuando los visitantes entran al que es un antiguo convento se encuentran con una plaza central de carácter magnifico por su grandeza y gran riqueza histórica.

La mejor vista panorámica de Cartagena

Cuando los navegantes se acercaban a las costas de la ciudad de Cartagena lograban divisar en lo alto de un cerro algo que parecía ser la misma popa de una embarcación, lógicamente la llamaron La Popa, un lugar convertido en Iglesia y Convento y que anteriormente reunía a esclavos negros e indígenas que adoraban allí a una deidad demoniaca llamada Buziraco, entonces un monje de la comunidad de los Agustinos Recoletos alentado por un sueño decidió erigir un lugar de dirección espiritual y acabar con los actos paganos que rondaban por la ciudad.

Con un nombre impuesto por la costumbre popular pero con la permanente vigilancia de la Virgen de la Candelaria a 150 metros de altura, la Iglesia y Convento de la Popa sirvió para que negros africanos convertidos a la religión católica se reunieran para mantener vivas sus tradiciones musicales que mezcladas con ritmos indígenas autóctonos dieron como resultado la aparición de la Cumbia, el ritmo colombiano más conocido en el mundo.

En el Cerro de la Popa se puede apreciar claramente la magia de construcciones y lugares emblemáticos de Cartagena como lo son la Isla de Tierrabomba, Bocagrande, La Boquilla y el Centro amurallado.

Durante las guerras de independencia y diversas guerras civiles fue usado como cuartel y centro de resistencia contra las tropas españolas primero y luego escenario de rivalidad entre conservadores y liberales para ser abandonado por décadas y restaurado en el año de 1964 por los mismos religiosos agustinos.

En los primeros días del mes de febrero se llevan a cabo las festividades de la Virgen de la Candelaria por lo cual muchos feligreses viajan en peregrinación hasta la cima del cerro como acto de fe y de agradecimiento por los favores recibidos.

Se dice que no hay festividad semejante en la ciudad amurallada pues estos días hacen lucir a Cartagena con la luz propia de su espíritu, con la claridad de su fe y con una multitud que año tras año espera a que llegue esta fecha para volver a vivir una época que no tiene comparación.

El cerro de la Popa y su iglesia y su convento hacen parte de la gran mayoría de tours que se ofrecen en la ciudad heroica y la verdad es que nadie desea que ese destino se borre de la lista porque contiene historia, belleza y mucha magia y no deja de cautivar a miles de turistas que encuentran en la ciudad caribeña mucho más que centros de diversión, también encuentran vestigios de la riqueza histórica de una ciudad que ha sabido afrontar el paso de los años.

La imagen de la Virgen de La Candelaria protege al convento, al cerro y a toda la ciudad, en el año de 1986 recibió la bendición del entonces Papa Juan Pablo II y desde entonces rige el futuro de una ciudad que crece y que se engalana para mostrarse al mundo de manera original y con su historia como manifiesto de una vida rica y enriquecida por sus habitantes que se muestran orgullosos de su origen.

El cerro de la Popa no es un asunto obligado, es un destino con una tradición única y que solo visitándolo se puede experimentar su esencia mística y que invita siempre a volver.