La micosis, una enfermedad contagiosa

Los hongos que afectan piel, pelo y uñas son de tres tipos: los que están en las personas, los que están en los animales y los que están naturalmente en el ambiente.

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Los hongos que afectan piel, pelo y uñas son de tres tipos: los que están en las personas, los que están en los animales y los que están naturalmente en el ambiente.

Uno de los mayores focos de infección es el instrumental de las salas de belleza como cortaúñas y tijeras, en donde pueden quedar restos de otras personas infectadas.

En casa lo importante es desinfectar lo que se vaya a usar ya sea con hipoclorito de sodio o con las ‘pringadas’ de las abuelas.

Las salas de belleza a veces no son tan bellas. Aunque no se note, muchas de ellas pueden contener focos de infección no solo en el piso sino en el instrumental utilizado para atender a los clientes. Generalmente, en estos instrumentos pueden quedar restos invisibles de uñas o de cabello de personas que tienen algún germen contagioso, por lo que ir a embellecerse puede resultar desagradable.

El peligro más frecuente al que se están expuestas las personas son los hongos. “Contrario a lo que mucha gente piensa, ellos son muy comunes en hombres, mujeres y niños”, dice Zulma Lorena Alvarado, micóloga del Instituto Nacional de Dermatológico Federico Lleras Acosta. “Los hongos producen diferentes tipos de enfermedades que, aunque no son de mucha gravedad, sí pueden ser delicadas. Pueden afectar las uñas, el pelo y la piel”, agrega.

Según la especialista, existen tres tipos de hongos –los cuales producen una enfermedad llamada micosis–: los que están en las personas, los que están en los animales y los que están naturalmente en el ambiente. “Por eso es importante, en el primer caso, tener un adecuado aseo en las mascotas y por supuesto llevarlas al veterinario si empiezan a presentar lesiones en la piel”, señala la doctora Alvarado.

Pero sin duda la fuente más importante de contagio de enfermedades de la piel somos nosotros. “En las medias, en el piso, en los instrumentos que utilizamos para el manicure, ahí pueden quedar restos de piel de pelo o de uñas infectados. Compartir cepillos, medias, zapatos, chancletas del baño, cortaúñas, tijeras puede eventualmente desarrollar una infección”, dice la especialista.

Los consejos, sin embargo, son simples de seguir. Cuando se va a una piscina, lo mejor es andar siempre en sus propias chancletas. Y, si se usan medias, es preferible que sean de algodón para evitar que, como el pie transpira, el sudor pueda salir a través de la prenda y no se quede acumulado. También es recomendable utilizar calzado hecho de materiales naturales y no de sintéticos.

Al acudir al salón de belleza, por otro lado, se recomienda llevar su propio kit de limpieza y corte. En caso contrario, el consejo es claro. “Las personas no deben sentir pena de preguntar si los instrumentos que allí se usan están debidamente esterilizados. Ello puede evitar adquirir una infección y es obligación de los salones de belleza garantizarles a las personas que el material con el que trabajan es debidamente esterilizado con horno esterilizador adecuado”, opina la micóloga.

En casa también es preciso tomar precauciones. “Aunque allí no podemos esterilizar los instrumentos del manicure y del pedicure, pues uno normalmente no tiene horno esterilizador, lo aconsejable es que, después de hacerse el corte, el cortaúñas, la lima y los materiales metálicos deben ser muy bien lavados con agua y jabón y además con un cepillito que ayude a sacar todos esos restos que quedan de la uña pegados. También se puede tener un frasquito con alcohol en donde se ponen los instrumentos durante una media hora”, explica.

Otra opción es utilizar desinfectantes tipo hipoclorito de sodio, elemento que ayuda a desinfectar. “A veces, las personas pueden eventualmente ‘pringar’ –como decían las abuelas– esos instrumentos, lo que ayuda a disminuir la probabilidad de que se pueda dar ese contagio”, afirma la doctora y dice que lo aconsejable es que “cada integrante de la familia tenga sus propios implementos, incluidas las chanclas de baño”, indica la especialista.

Detectar las infecciones no es fácil. Sin embargo, para la especialista del Instituto Nacional de Dermatología Federico Lleras lo mejor es consultar con los dermatólogos cualquier cambio que se note en uñas o piel. “Muchas veces uno nota alguna descamación y piensa que es normal, o puede percibir cambios en el color o en el grosor de las uñas y piensa que es normal. Cualquier tipo de cambio que observemos es excusa para buscar atención médica y permitir que el dermatólogo sea quien decida si eso es normal o no”, advierte.

Otro consejo importante a la hora de acudir al especialista es no alterar el área de piel o uña que se sospecha pueda estar infectada. “Lavarla, echarse polvos o maquillaje para ocultarla la lesión no dejará que el médico pueda determinar qué tipo de hongo es”, previene la doctora. “Entonces las recomendaciones son no hacerse pedicure ni manicure, porque el material que se deposita por debajo de la uña es el que nosotros vamos a utilizar para hacer el examen. Muchas veces las personas sienten vergüenza de llegar con las uñas ‘sucias’ y al quitarlo, lo que hacen es dañar la toma de la muestra”, explica.

El consejo final es no auto medicarse. “Lo más recomendable siempre es asistir al dermatólogo, y es él la persona con la idoneidad necesaria para prescribir un medicamento. Muchas veces, cuando nos aplicamos esas cremas de venta libre, lo que estamos haciendo es ‘mostrarle’ al hongo cuáles son las opciones de tratamiento que tenemos. De modo que cuando realmente vayamos a hacer un tratamiento, el hongo ya va a estar lo suficientemente fuerte y, como decimos en términos médicos, se vuelve resistente a los antimicóticos”, concluye la doctora Alvarado.