Ocho cosas que toda mujer siente cuando es tía por primera vez

Cuando uno de nuestros hermanos tiene un bebé, su llegada es más que solo algo especial, porque nos convierte en tía y llegan cambios importantes que dejaran huella por el resto de nuestra vida. Vamos a querer estar con ellos en todos los momentos, quizás sea bueno que compartamos nuestras experiencias con ellos.

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Nos preguntamos cómo fue que pudimos sobrevivir tantos años sin su presencia y comprenderemos lo que significa amar incondicionalmente sin ataduras a alguien que aún ni siquiera sabes cómo nos llamamos. Por eso que a continuación te decimos algunas cosas que podrías sentir.

1. conocemos el verdadero amor: Cuando llega un bebé a la casa nos enseñan que el amor más puro si se puede sentir y ver. Que a pesar de que no son nuestros hijos hacen parte de nosotros y nuestra vida.

2. Nos conmociona pasar cerca a una tienda: Evitamos pasar frente a una tienda para bebés porque deseamos comprarle todo, aunque aun no sepamos su sexo.

3. Nos emociona estar con nuestro sobrino: Sabemos que con solo verlo nos causa un nuestro rostro un sonrisa, logrando que entremos en un mundo de fantasías y sueños.

4. Escucharlos decir tía: Cuando escuchamos que nuestros sobrinos nos dicen tía con su pequeña voz hacen que nuestro corazón se derrita por completo. El poder que tienen esas palabras es algo inexplicable que solo se puede entender cuando llegues a ese punto.

5. Si somos tías por un hermano menor: Cuando nuestro hermano menor fue quien nos hizo tías, pensamos en lo rápido que han crecido y que a pesar de las circunstancias podemos ayudarlo cada día para ser un mejor padre.

6. Nos sentimos bendecidas: Tener un bebé en la familia es una de las mejores bendiciones y no solo para los padres también para nosotras las tías. La experiencia de tener un bebé al cual podemos guir es la mejor sensación del mundo.

7. Nos orgullece ser tías: Todos los logros que tengan nuestros sobrinos nos orgullecerá, incluso, pensaremos en ellos cuando nuestros amigos hablen de sus hijos.

8. Vivimos con mucho temor: Tememos porque le suceda algo malo, y los amamos inmensamente por el cariño incondicional que ellos nos brindan diariamente. 

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