¿Tu vida perdió el sentido? Tienes que probar estas seis salidas

Tengo cincuenta y pico de años y hace tres que recibo una pensión por discapacidad. Una de mis limitaciones es que no puedo hacer ningún tipo de actividad física. El jardín de mi casa es un caos y me recuerda constantemente mi propia inutilidad. Mi dulce esposa hace todo y soy muy afortunado en tenerla a mi lado. En cambio, ella tiene la mala suerte de estar conmigo.

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Hace ocho años que tomo antidepresivos y debería sentirme bien pero no es así. Al menos una vez por semana pienso en el suicidio. Me cuesta concentrarme y ya no sé quién soy ni qué debo hacer. Antes ayudaba a solucionar los problemas de todo el mundo pero ahora no me reconozco. ¿Qué puedo hacer para retomar las riendas de mi vida?

Respuesta: Parece que has perdido la esperanza. Mantenerla es lo más importante en momentos de adversidad, enfermedad, dolor o depresión. Debes basarte en estas dos cosas para mantener la fe:

1) Esto sucede por alguna razón y esa razón tiene un cometido.

2) En algún momento esta situación va a cambiar porque nada dura para siempre.

El libro El hombre en busca del sentido de Viktor Frankl siempre me ayuda a superar tragos amargos, sobre todo porque me parece una autoridad en cuanto al sufrimiento. Si él pudo encontrar la fuerza, tanto física como mental, para sobrevivir a un campo de concentración, torturas y horrible abatimiento, entonces yo también puedo. Frankl dijo que “el sufrimiento cesa de existir cuando se le encuentra un sentido”. Lo que quiere decir es que si consideras que cada experiencia tiene un propósito y que ayuda a tu crecimiento personal, al menos sirve de algo y eso ayuda mucho.

Te recomiendo que te sientes frente a una hoja de papel y que respondas la pregunta que después de la guerra les hizo Frankl a sus compañeros del campo de concentración, ¿puedes escribir 10 aspectos positivos que te dejó esta experiencia?

Una vez que descubras el modo en que esto te hace más fuerte, más sabio, más compasivo hacia los demás, verás a la vida como un maestro y a esta experiencia, desde una perspectiva positiva.

Tengo otra sugerencia para casos en que el desafío dura toda la vida. (Yo misma sufro de un problema similar de salud, por lo que comprendo cuán desalentador puede llegar a ser). Debes concentrarte en el momento, sea una hora o un día en particular y nada más.

Si aquí y ahora intentas acarrear todo el peso del porvenir, terminará aplastándote. No pienses en el largo plazo. Concéntrate en vivir cada hora de tu vida lo más positivamente que puedas.

Kristena Eden, coach de Claritypoint, entrevistó a un recluso de la Penitenciaría del Estado de Utah y hablaron sobre mantener la esperanza (ya que la vida en la cárcel muchas veces resulta desesperanzadora). Durante la charla llegaron a las siguientes conclusiones.

1. Mantén la confianza en que hay luz al final del túnel. No dejes de soñar con tiempos mejores. Es fácil abandonar los sueños porque nos parecen imposibles de alcanzar o nos creemos incapaces de hacerlo. Echa un vistazo a tu alrededor. Toda esa asombrosa tecnología y los avances que disfrutamos hoy parecían imposibles hasta hace poco. Si puedes soñar, puedes aferrarte a la esperanza.

2. Expresa tu apoyo al prójimo con sinceridad. Esto es importante. Expresar tu apoyo a los demás es una de las mejores maneras de validarlos y hacerlos sentir apreciados. No es necesario que estés de acuerdo con sus elecciones pero tomarte unos minutos para escucharlos puede tener un gran impacto. Cuando los demás sienten que nos preocupamos, ellos y tú mismo se sentirán mejor. Incluso si no puedes moverte mucho, mientras puedas hablar podrás alentar a los demás.

3. Reemplaza pensamientos destructivos por pensamientos positivos. Tus pensamientos son los cimientos de la calidad de tu vida. Tus pensamientos se convierten en sentimientos, por lo tanto te conviene detectar tus pensamientos negativos. Tú tienes la fuerza y la voluntad para adoptarlos o reemplazarlos. En mi libro Elige la claridad, enseño un proceso de cuatro etapas para poder optar por la confianza y el amor en cualquier momento.

Tu valía es infinita y absoluta y nada puede afectarla.

Confía en las enseñanzas y bendiciones que te deja esta experiencia.

Elige no hacer diferencias entre los demás (todos valen por igual)

Elige enfocarte en al amor propio o hacia los demás en el ahora.

No puedes quedarte en un lugar negativo si te enfocas en la confianza y el amor.

4. Conviértete en un vencedor en vez un simple sobreviviente. Un sobreviviente no deja de ser una víctima. Un vencedor, en cambio, es alguien que comprende que cada situación es una lección que está destinado a aprender. Los vencedores no se quejan de las adversidades porque las dejan atrás.

5. Pon el foco en la gratitud. No importa cuán terrible parezca una situación, siempre puede empeorar. Pero también hay algo para agradecer. A veces uno agradece por lo que tiene y no lo que no. Cuenta tus bendiciones todos los días, en especial las pequeñas, y verás que no desciendes a las profundidades de la desesperación. Puedes utilizar el formulario de gratitud denominado Gratitude Worksheet que se encuentra en mi sitio web.

6. Ten confianza en que puedes superar esta situación. No estás aquí para fracasar. Estás aquí para crecer y encontrar soluciones, coraje y fuerza para salir adelante. Las respuestas se encuentran al alcance de tu mano pero se requiere esfuerzo y trabajo para encontrarlas, y solo cuando termina la lección. Por el momento enfócate en las soluciones y pide ayuda a cada uno que se te cruce en el camino. Greg Thredgold sufrió de depresión durante 40 años antes de encontrar una solución para salir de ella. Escribió un maravilloso libro llamado El milagro de la depresión, donde describe las formas de permanecer positivo y optimista.

También recomendamos que busques un coach o terapeuta con un enfoque que te sirva. Quizá debas probar con varios hasta encontrar el ideal para ti. No te rindas si el primero no te cae bien. Mantiene una actitud optimista, el pesimismo no te va a ayudar.

“El optimismo es la fe que lleva a los logros. Nada se obtiene sin esperanza ni confianza” Hellen Keller.
Puedes hacerlo.

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