"No derogaremos la Ley de Amnistía"

Actualidad - Martes, 16 / Ene / 2007
 
Colombia.com
El presidente de El Salvador, Tony Saca, admitió en una entrevista a BBC Mundo que todavía quedan "cosas pendientes" como combatir la criminalidad y efectuar inversiones sociales para luchar contra la pobreza, 15 años después del acuerdo de paz entre el gobierno y la guerrilla.

Saca, no obstante, afirmó que los acuerdos han sido "finiquitados y verificados" por Naciones Unidas y destacó que fueron diseñados para terminar la guerra, "no para resolver todos los problemas".

El presidente salvadoreño los calificó como los "más exitosos del mundo", y apuntó que no derogará la Ley de Amnistía ya que ello supondría, según él, reabrir antiguas heridas y volver al conflicto.



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¿Se siente conforme con lo logrado en estos 15 años de paz?

Los acuerdos de paz han representado una gran oportunidad para El Salvador, hemos contraído la nueva institucionalidad en la procuraduría de derechos humanos, la policía nacional civil. Vivimos en total democracia, libertad de expresión, libertad de culto.

Creo que los acuerdos de paz, los cuales han sido finiquitados y verificados por Naciones Unidas, han demostrado que el diálogo fue la fórmula adecuada para terminar un largo conflicto de 12 años.


¿Qué opina de los comentarios de personajes destacados como el arzobispo de San Salvador, Fernando Sáenz Lacalle, que no parecen estar tan satisfechos con lo logrado?

Yo he platicado con el arzobispo Sáenz Lacalle y coincidimos los salvadoreños que este es otro país, absolutamente democrático. No sólo se terminó con el conflicto armado que dejó muchísimos muertos y al cual no queremos volver, sino que este es un país de libertades. Además se incorporó la guerrilla como partido político.

Los acuerdos fueron diseñados para terminar la guerra, no para resolver todos los problemas porque día a día el gobierno y la institucionalidad del país van resolviéndolos.


Me atrevo a decir que éstos son, por parte de Naciones Unidas, los acuerdos de paz más exitosos del mundo porque hemos logrado terminar la guerra, iniciar un diálogo, acordar todo un calendario que afortunadamente ha sido finiquitado. Hay cosas pendientes todavía como combatir la violencia social y hacer inversiones sociales importantes que este gobierno se ha encargado de hacer.


¿No le preocupa que la criminalidad que padece su país, o los reclamos contra la impunidad o la pobreza de muchos salvadoreños puedan volver a generar conflictos como en el pasado?

Los salvadoreños hemos aprendido que nunca más debemos volver a la guerra. Este país en 1989, cuando llega el presidente (Alfredo) Cristiani, lo encuentra totalmente estatizado, con una economía socialista, prácticamente un país quebrado.

Existe hoy una economía pujante que crece por encima del 4%, un país totalmente globalizado donde además la pobreza se ha reducido en 25 puntos porcentuales. Nos encontramos en una mejor posición para enfrentar los problemas que debe afrontar cualquier gobierno -delincuencia, violencia y otros temas como creación de empleo-. Este es un mejor El Salvador que hace 20 años.


Sigue reclamándose la derogación de la Ley de Amnistía. ¿Hay alguna posibilidad que decida hacerlo durante su mandato?

Los acuerdos de paz fueron diseñados para terminar la guerra. A la par de estos acuerdos está la Ley de Amnistía y eso permitió un perdón y un olvido para poder superar el largo conflicto armado. No creo conveniente derogar la Ley de Amnistía ya que complicaría las cosas. El Salvador ya superó la guerra y no es abriendo las heridas de la guerra que vamos a superar este conflicto.


¿Qué le gustaría conseguir durante su mandato en materia de reconciliación de los salvadoreños?

Este mandato, que actualmente está en la mitad, ha generado amplias libertades. La paz debe de ser una paz de hombres libres con libertad de expresión, libertad de culto y una paz que permita al gobierno dar empleo e invertir en el área social. El énfasis de mi proyecto enfatiza lo social, el combate contra la pobreza extrema en el cual estamos teniendo un gran éxito, además de inversión en áreas como educación y salud.

Carlos Ceresole
BBC Mundo
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