Párele bolas al PARE

Y es que encontrarse la codiciada licencia de conducción pegadita a la presa de pollo y a un costado de la rodaja de zanahoria sería un regalo divino para conductores, pero el verdadero Leviatán para las oficinas de tránsito que se verían obligadas a trabajar en llave con el Ministerio del Medio Ambiente combatiendo sin compasión el tráfico de hoja de plátano y las madejas de cabuya.

Pero como van las cosas en este, el segundo país más feliz del mundo, resultaría más fácil toparse con la sorpresa de hallar el famoso pase al abrir un suculento y típico amasijo que encontrar a alguien que sepa, reconozca y respete una señal de PARE.

Luego de un extenso recorrido por las calles colombianas, decidimos escrutar en los semáforos (Lo intentamos en un PARE pero nadie paró) a nuestros queridos ases del volante sobre su conocimiento en tan importante señal de tránsito y sus contestaciones fueron tan variadas como las posturas políticas de los dirigentes del Partido Verde. 

A la pregunta, ¿Identifica la señal de PARE?, estas fueron las respuestas:

1. "Estoy de pico y placa y ando con el seguro vencido."
2. "No chino, no tengo monedas."
3. "¡Mueva ese tiesto, $#””%&/[[¿!" (Pito de camión en auto pequeño)
4. "¡No me le vaya a echar jabón al vidrio que me lo deja más sucio!"
5. "¿Y eso cómo pa qué sirve?"
6. "Sorry, como no dice stop no lo entendí" (Hace 20 años la deportaron de USA).

Como ven, la pobre señal de PARE anda más abandonada que la "patasola" y todo parece indicar que en las escuelas de conducción la instrucción acerca de este principio universal del tránsito ha sido reemplazada por trucos para hacer el paro haciéndose el que respeta el PARE pero no para, encabezar la prohibida segunda fila en un cruce, cómo ganarle el espacio a las motos de los mensajeros y tips para comprar bebida energética con monedas de cincuenta pesos en semáforo listo para cambiar a verde y sin ganarse un solo madrazo.

La señal de PARE fue diseñada para ser fácilmente vista, es una palabra de dos sílabas pero expertos en movilidad, leyes, vendedores de empanadas y miembros eméritos de la Real Academia de la Lengua han decidido abrir una convocatoria nacional para sustituir la apartada palabra PARE, que arribistas rebeldes juveniles han desde hace décadas convertido en PAPI por palabras o frases que realmente le hagan entender al conductor de vehículos de todo tipo de tracción, que allí, sí, justo allí en esa esquina deben detenerse, aunque no precisamente a degustar empanadas de $1.000.

Luego de una semana llena de análisis alrededor de la lengua de Cervantes hablada y escrita en este carcajeante país, las opciones que remplazarán al aviso o norma reglamentaria PARE, son:

1. "Tengamelonai" (Indescifrable vocablo etílico musical asociado al “Téngalo” de ayudante de bus)
2. "¡Quieto en primera! "(Beisbolera y ochentera expresión que puede tener variables como “Quieto mijo”)
3. "¡Métale la chancla al freno!" 
4. "¡Pará ome!" (Con adaptaciones a otros departamentos como “Pará ve” o ¡"Va a parar o qué so gran jijuepuerca!"

Cualquiera que sea la opción de su preferencia hágala llegar en sobre sellado a San Tránsito Conductor porque por el momento la señal de PARE sirve de valla publicitaria para los avisos de expertos en regresar a su ser amado en una semana, emprendedores prestamistas gota a gota, alquileres de lavadoras, Institutos de inglés recién acondicionados y vigorizantes sexuales para aquellos caídos en combate.

La cuestión no es tan difícil, cuando vea una señal de PARE, ¡pues pare!, póngase las pilas y párele bolas al PARE.