Por: Redacción Cine • Colombia.com

'El mayor regalo', el documental sobre reconciliación inspirado en Colombia

Esta producción de Juan Manuel Cotelo narra historias de reconciliaciones, encuentros de perdón en varios países y la ficción, en la que decide abordar el tema y reflexionar.

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Esta producción de Juan Manuel Cotelo narra historias de reconciliaciones, encuentros de perdón en varios países y la ficción, en la que decide abordar el tema y reflexionar.

Llega a las salas de cine colombianas ‘El Mayor Regalo’, una película de reconciliación que, de acuerdo con el director español Juan Manuel Cotelo, está inspirada en gran parte en sucesos colombianos. Esta producción tipo documental se posicionó en España como el filme más visto del año. 

Fue realizada en países como España, Irlanda, México, Ruanda, Francia y Colombia. Y se narra desde dos perspectivas, la real (sin actores), a través de la narración de historias de reconciliaciones, encuentros de perdón en dichos países y la ficción, en la que este español decide abordar el tema y reflexionar.

En entrevistas con diversos medios, Juan Manuel Cotelo brinda màs detalles sobre esta tan esperada producción.

¿Cuál es el mensaje que quiere dar con ‘El mayor regalo’?

Que el perdón puede poner fin a cualquier guerra. Quiero evidenciar que las reconciliaciones ya están, no son una utopía, sino que es algo demostrado en la práctica. 

¿Es cierto que lo buscaron paramilitares para que contara las historias?

Es cierto. Sucede al terminar un coloquio, en un teatro de Bogotá, ahí se me acercó una persona y me dijo: “Mis jefes quieren pedir perdón y quieren hacerlo a través de usted”. Yo pregunté quiénes eran sus jefes y por Internet me fue presentando a personas muy conocidas en Colombia por el daño que habían hecho, eran paramilitares.

Hablo de sujetos que habían cometido miles de ases...... Pregunté dónde estaban y me dijeron en la cárcel La Picota, pactamos un encuentro y pude ver su arrepentimiento real. Cada uno contó sin ningún orgullo lo que había hecho y vi como frente a mis ojos lloraban desgarradoramente y se arrepentían. Pero ellos no se conformaban con pedir perdón en encuentros cara a cara con las víctimas, sino que querían que les ayudara a enviar un mensaje de perdón a todo el país, que a su vez fuera una invitación para que los jóvenes que estuviera yendo por el camino equivocado, recibieran ese mensaje de que la violencia siempre es un error.

¿Cómo fueron esos encuentros entre víctimas y victimarios?

Los acompañé en todo. Ese fue el momento más importante. Vi como le recibían a esos personajes las víctimas. Los abrazaban, los besaban, comían juntos, cantaban y era tan bonito que fue imposible no contarlo. A lo mejor esto no ocupa los titulares de las noticias pero es real y está pasando, la paz no solo depende de los poderosos, sino de cada persona que de modo individual contribuye.

¿Quiénes fueron esos sujetos que lo buscaron?

En el documental se ven los nombres reales, está Ramón Isaza, Diego Vecino, alias ‘Chatarro’ y otros personajes. Pero lo mejor es que surgieron más y de otros países. Pude hablar con el único terrorista de Irlanda del Norte que ha pedido perdón públicamente y que lleva promoviendo la paz desde hace 30 años. Muchos terroristas han dejado las armas pero nunca pidieron perdón. Muchos se consideran víctimas, pero en el caso de Irlanda él lo reconoció y dijo: ‘nosotros no somos víctimas, somos ases...... y necesitamos pedir perdón por lo que fuimos’. 

Hay algunas historias en Ruanda, la más conocida es el geno...... que causó la mue.... de 800 personas. Actualmente, ese es un país de paz y todo por la reconciliación. Los presos cumplen condenas de servicio a la sociedad, y las víctimas han perdonado. 

¿Por qué lo eligen precisamente a usted para narrar esas historias?

No se los pregunté, pero sospecho que vieron en mis producciones anteriores que yo no solo denuncio tragedias, problemas o injusticias, sino que siempre intento aportarle al espectador una solución realista. Los periodistas o los productores de cine podemos cometer el error de limitarnos a informar o denunciar, eso es hacer la mitad del camino. Tenemos una responsabilidad social fuerte tanto para transmitir odio, división y tristeza como para dar esperanza. Eso los hizo buscarme, ver que desde mi trabajo trato de dar soluciones.

¿Cree que la industria del cine cumple con su cuota de responsabilidad social?

En el año 91 yo trabajaba en Los Ángeles e hice un reportaje sobre pandillas. Conocí a un chico de 23 años que había mat.... a ocho personas y me dijo: “Aprendí a mat.... viendo películas”, cuando a ti te dicen eso y te dedicas a hacer películas o reportajes, sabes que algo no está bien y puedes excusarte con algo muy frecuente que es “yo no obligo a nadie a ver esto” o “no soy quién para educar a los demás”. 

Es simplemente una excusa hipócrita, porque eres un educador. Si eres cantante, actor, guionista, periodista o lo que sea, estas educando. Tu responsabilidad es transmitir valores a la sociedad, lo que creo que es una cobardía limitarnos a tener éxito llevando productos solo por entretener o vender. No quiero asumir esa responsabilidad de echarle la culpa al público, a la industria o a factores externos. 

Quiero preocuparme porque con mi trabajo los espectadores salgan enriquecidos, no solo entretenidos. Si los contadores de historias de cualquier formato asumiéramos ese rol educativo lograríamos un cambio. 

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‘El mayor regalo’ se posiciona como el documental más visto en España con más de 46 mil espectadores. ¿Cómo cree que le irá en Colombia?

En realidad las cifras nos gustan, nos encantan y nos llena de satisfacción, pero el éxito lo he sentido con cosas diferentes. Por ejemplo, en El Salvador una mamá salió del cine con su hijo, él la abrazaba, ambos lloraban y ella se me acercó para contarme que su hijo llevaba dos años sin hablarle. Para mí ese es el verdadero éxito, ojalá sean millones de reconciliaciones las que consigne el documental. Para Colombia puede servir como herramienta de paz que provoque a las salidas del cine una oleada de reconciliaciones, consuelo, fortaleza y esperanza. 

Es un momento coyuntural en esta época de posconflicto...

Claro que sí. Pero la coyuntura es global. Voy a México y me dicen ‘esta película es muy importante para nosotros’, voy a Nicaragua y también, cuando la presentaron en España dijeron lo mismo y solo pienso en que estamos contaminados de una polución global de tristeza, pesimismo y enfrentamiento, en unos lugares se manifiesta con lucha armada, en otros con debates políticos, en otros se manifiesta en las familias que no se hablan. Pero al final importa poco cuál es el conflicto particular de cada uno, lo que importa es no pensar en que ya estamos condenados al odio. Hay odios escudados en la libertad de expresión. 

En Irlanda el geno..... se gestó con unos locutores de radio muy simpáticos y graciosos que se burlaban de una parte de la población a la que le llamaban las cucarachas y decían: “No se ofendan, es libertad de expresión”. Veo en muchos países que bajo la supuesta libertad de expresión nos estamos humillando unos a otros. Una persona en La Picota me dijo: “Usted sabe cuál es el arma más poderosa de destrucción, la boca”. Podemos generar odio y agresión sin nosotros empuñar un arma. 

¿Qué fue lo más difícil durante el proceso de grabación?

Para mí lo más difícil ha sido contener las lágrimas mientras filmaba, porque era tan emocionante y tan lindo que tenía que hacer esfuerzos para no llorar y causar que se me desenfocara el plano. Tiene las complicaciones de cualquier trabajo pero si hablara de dificultades sería injusto, porque cada día de rodaje ha sido una fiesta al ver las reconciliaciones que creía imposibles. 

Duró dos años la producción. Y considero que la mejor noticia es que esta película se financió con la ayuda de personas en más de 30 países, a través de ‘crowdfunding’ (aportes colectivos). Es hermoso pensar que la gente estaba comprando una película que ni siquiera había visto, eso destaca que en la cultura de la división, la gente lo que quiere es otra cosa. Quiere que se hable de paz.

Más sobre Juan Manuel Cotelo

Es un periodista, director de cine, guionista, productor y actor español. Es miembro de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España, y de la Academia de TV. En 2008 puso en marcha la productora y distribuidora cinematográfica Infinito + 1 así como de la Fundación Infinito, que ayuda a personas necesitadas en todos los países donde estrenan sus películas.