Con Edgar Rentería en el campo los Gigantes ganaron el cuarto juego de la serie

Los Gigantes de San Francisco tendrán el "honor" de haber sido el equipo que propinó al legendario piloto de los Bravos de Atlanta, Bobby Cox, la derrota en el último partido de una carrera brillante

Los Gigantes celebran su victoria frente a los Bravos. Foto: EFE
Los Gigantes celebran su victoria frente a los Bravos. Foto: EFE

Los Gigantes de San Francisco tendrán el "honor" de haber sido el equipo que propinó al legendario piloto de los Bravos de Atlanta, Bobby Cox, la derrota en el último partido de una carrera brillante

Los Gigantes de San Francisco tendrán el "honor" de haber sido el equipo que propinó al legendario piloto de los Bravos de Atlanta, Bobby Cox, la derrota en el último partido de una carrera brillante y ganadora.

Cox no había querido pensar como iba a ser el final de su carrera y menos después de ver como los Bravos tuvieron más cerca que nunca la posibilidad de seguir en la competición de octubre.

Pero después de medio siglo en el béisbol profesional, la mayor parte en uniforme, Cox tuvo que abandonar la caseta y además comprobar que en el deporte de la pelota hasta que no se da el último "out", el número 27 del partido, todo es posible, nada está decidido.

Su equipo se lo demostró en los dos últimos partidos de la serie de división de la Liga Nacional que al final iban a perder por 3-1 al mejor de cinco frente a los Gigantes.

Sin embargo, también el gran triunfo para Cox fue el comprobar como todos los jugadores rivales se quitaron la gorra ante el piloto de Bravos después de hacer efectiva su retirada oficial al ganarles por 3-2 en el cuarto partido de la serie.

Los Gigantes ganaron tres de cuatro juegos en la serie, pero Cox luchó hasta el final, rehusando mirar hacia su jubilación cuando aún había béisbol por jugar.

Mientras los Gigantes celebraban en el terreno de juego después de su victoria en el cuarto partido, los aficionados de los Bravos entonaban a coro "¡Bobby! ¡Bobby! ¡Bobby!".

Los Bravos observaron desde el borde del dugout mientras Cox agradecía los aplausos de los aficionados con su gorra en la mano derecha.

Los Gigantes detuvieron momentáneamente su breve celebración, voltearon a la caseta de los Bravos y también se quitaron la gorra ante Cox.

El segunda base de los Gigantes, Freddy Sánchez, justificó por qué su equipo le rindió tributo a Cox.

"Es una leyenda en este deporte. Ha sido un gran mentor para muchas personas en el béisbol", explicó Sánchez. "Teníamos que manifestarle nuestros respetos. Primero, lo primero. Después podíamos seguir celebrando".

Los aficionados ovacionaron y aplaudieron mientras era mostrado en la pizarra un video de tributo a Cox.

Minutos después, Cox y sus jugadores dejaron vacío el dugout y comenzó su nueva etapa de ex piloto de los Bravos.

Cox se retira después de 29 temporadas como pilotos de las Grandes Ligas, incluidas 25 con los Bravos y cuatro con los Azulejos de Toronto. Dirigió a 16 equipos en postemporada, 15 fueron de Atlanta y uno del canadiense que milita en la Liga Americana.

El ex manejador de los Bravos no fue el único piloto con trayectoria larga que se retiró este año. Tres de sus adversarios de muchos campañas también lo hicieron como Joe Torre, Cito Gastón y Lou Piniella.

Cox terminó con 2.504 victorias en temporada regular, la cuarta mejor en la lista de todos los tiempos detrás de Connie Mack, John McGraw y Tony La Russa, actual manejador de los Cardenales de San Luis.

También estableció una marca histórica negativa con 158 expulsiones en partidos de temporada regular, el mayor número entre los manejadores de las Grandes Ligas.

Cox guió a los Bravos a una marca de 14 campeonatos consecutivos de la División Este de la Nacional y ganó la Serie Mundial en 1995, mientras que el actual y último equipo de Atlanta se convirtió en el primero que llegó a la fase final con el boleto del comodín del "Viejo Circuito" para ser la gran alegría de Cox.EFE