Montoya reinó en Interlagos

Domingo, 24 / Oct / 2004
 
Colombia.com
El colombiano Juan Pablo Montoya celebró con exhibición su despedida de la Williams-BMW, ganando para esta escudería el Gran Premio de Brasil, última prueba del Mundial de Fórmula Uno, en la que el español Fernando Alonso (Renault) firmó un cuarto puesto que le garantizó esa misma plaza final.

Montoya, que salió desde la primera fila, se exhibió en Interlagos, en una prueba que dominó con claridad y en la que logró la cuarta victoria de su carrera en Fórmula Uno, después de las que logró en Monza (Italia), en 2001; y las de Mónaco y Hockenheim (Alemania), en 2003.

Se impuso por delante del finlandés Kimi Raikkonen, que será su compañero el año próximo en la McLaren-Mercedes; y del brasileño Rubens Barrichello, que firmó la ´pole´ por segundo año consecutivo y, si bien, no pudo ganar, al menos rompió el maleficio que le acompañó durante las diez ediciones anteriores, en las que no pudo acabar en el circuito de su ciudad natal.

Alonso firmó el ´doble cuarto´ al acabar en esa posición en la carrera y en el Mundial de pilotos, después de superar en carrera a su ´amigo´ Ralf Schumacher, que también se despide de la Williams, y al japonés Takuma Sato (BAR-Honda); antes de retener por detrás, durante casi veinte vueltas con las ruedas delanteras desgastadas, al alemán y al nipón, que concluyeron quinto y sexto; y al séptuple campeón mundial Michael Schumacher (Ferrari), que hoy se conformó con la séptima plaza.

Alonso salió desde la cuarta fila, a la que accedió a pesar de haber logrado el noveno mejor tiempo en la calificación del sábado. Schumacher, que desde Spa (Bélgica) ya era por séptima vez campeón del mundo, fue protagonista el sábado, esta vez de forma negativa, ya que sufrió un accidente en la sexta curva, que le obligó a disputar la calificación con el coche reserva o ´muleto´, lo que implica la pérdida de diez puestos en la formación de salida.

"Schumi" había marcado el octavo crono y hubiera salido junto a su hermano Ralf, que fue con quien finalmente compartió fila un Alonso que no puede ver ni en pintura al ´hermanísimo´ de la F-1 y que disfrutó de lo lindo adelantándole y manteniéndole detrás.

En la víspera, se auguraba un 50 por ciento de posibilidades de que lloviese y a las siete de la mañana de hoy en Sao Paulo las probabilidades ascendían al 80 por ciento. Comenzó a llover con timidez justo antes de la carrera y ahí Alonso y los responsables de Renault arriesgaron y acertaron: colocaron ruedas de seco.

Raikkonen, que salió desde la segunda fila junto a Massa, firmó una arrancada sensacional y superó a Montoya y Barrichello -segundo en el Mundial-, que le devolvió adelantamiento en la primera curva de la cuarta vuelta, después del trompo de "Schumi" en la segunda.

Button -tercero en la general final- se quedó fuera a las primeras de cambio, cuando la pista comenzó a secarse y Alonso comenzó a sacar provecho de sus ruedas de seco, mientras que la mayoría tuvo que parar en boxes para cambiar éstas por las mixtas elegidas anteriormente.

Alonso comenzó a marcar vueltas rápidas, tomó el mando de la prueba en la octava y fue líder hasta la décima octava, en la que entró en el garaje la primera de las dos veces que lo hizo durante de la carrera y salió de nuevo a pista el sexto.

Por detrás se le aproximaba como un tiro el bólido de Montoya, que tomó el liderato tras la parada del español y ya sólo lo cedió tras su segunda parada -durante una vuelta, la 29- y tras la tercera -durante cinco, de la 51 a la 55- a su futuro compañero Kimi.

Algo antes, después de rebasarse el ecuador de la prueba, tras el giro 36, Montoya era líder, con 5,3 segundos sobre Raikkonen y 16.8 respecto a Fernando, que llevaba a Ralf ocho décimas detrás.

El menor de los Schumacher hizo su tercera entrada en el garaje un giro más tarde y en la primera curva de la vuelta 52 le superó un Alonso que volvió a ser magistral cuando superó tras la salida del ´pit-lane´, y por fuera, a Sato, después de la tercera parada del nipón, en la 54.

A partir de ahí, conservó con maestría la cuarta plaza, manteniendo por detrás a Ralf, a Sato y a "Schumi", todos ellos con coches bastante mejores que el del astro astur. Por delante, Raikkonen se aproximó, pero sin llegar a inquietarle, a Montoya, que recibió el beso en meta de Connie, su esposa, de la que ya espera descendencia.

Barrichello circulaba sin inquietud hacia el tercer puesto de un podio en el que nunca dejó de estar al menos un piloto de Ferrari durante toda la temporada. "Schumi", que ganó trece pruebas, y "Rubinho", con dos éxitos, confirmaron su supremacía ganando otro mundial por equipos para la ´Scuderia´, en un campeonato en el que BAR-Honda -segundo por constructores- y Jenson Button -tercero por pilotos- fueron la revelación y en el que Renault confirmó su avance.

Con Efe.
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