Fanny Mikey, fundadora del Iberoamericano de Teatro, "siempre soñó en grande"

Lunes, 17 / Ago / 2009
 
Colombia.com
La actriz argentina nacionalizada en Colombia Fanny Mikey, fundadora del Festival Iberoamericano de Teatro y fallecida hace un año, "siempre pensaba en grande", recordó Ana Martha Pizarro, su relevo en la dirección de la cita bianual.

Mikey murió a los 76 años de una afección renal el 16 de agosto de 2008 en Cali, suroeste, puerta por la que entró a Colombia casi cuatro décadas atrás.

Pizarro desgranó recuerdos de su predecesora en una entrevista con Efe.

"Siempre soñaba en grande. Nunca pensaba 'voy a traer una obrita' o, 'voy a hacer un teatrico'. No. Decía: 'Yo voy a hacer la Fundación Teatro Nacional, voy a hacer el festival más grande del mundo. Voy a traer los grupos de teatro mas grandes'", y lo hizo, recordó Pizarro.

Fanny Elisa Orlanszky, hija de un inmigrante lituano de origen judío y de una argentina, nació en Buenos Aires y desembarcó en el puerto de Buenaventura, oeste colombiano, muy joven y tras escapar de su familia que no quería una actriz en casa.

La primera impresión de ese puerto la impactó negativamente, admitió en más de una ocasión, y desde allí, llegó a Cali en 1959 y conoció a quienes como ella, estaban enamorados de la actuación.

Se enamoró de esa ciudad y de Colombia.

"Fanny era una mujer impulsiva, una mujer que siempre tenía nuevos proyectos en la cabeza (...) una disciplina férrea y una habilidad muy grande para volver realidad los sueños, sueños que siempre parecían imposibles", señaló Pizarro.

Y "más que amigas, éramos cómplices", añadió la actual directora del festival al aludir a la gigantesca nave en la que se embarcaron, junto a Ramiro Osorio, cuando se estrenó la primera edición en 1988.

A Fanny nada le quedaba grande. "Era una mujer de retos", dijo Pizarro, y recordó algunos de las peticiones más extravagantes que han hecho los grupos o compañías que han desfilado por los escenarios bogotanos en uno de los festivales más grandes del mundo.

A alguno de los centenares de grupos de los cinco continentes que han pisado las tablas bogotanas pidió en una ocasión "perros embalsamados" querían "uno que pareciera un lobo, y casi no lo conseguimos", rememoró Pizarro. Pero el día del estreno de la obra, "estaba en escena".

En otra ocasión una compañía exigió agua en el escenario, "a determinado nivel y a determinados grados" y "había que llenar una gran bolsa en la platea del teatro, y como ellos (actores) tenían vestidos de cuero, teníamos que tener un otorrinolaringólogo para examinarlos" al terminar cada función.

Mikey, pese a advertencias, logró también traer a Bogotá a temidos y exigentes directores de la escena mundial como Bob Wilson o Frank Castorf, e igualmente complacer en comidas o bebidas especiales a grupos asiáticos, africanos o de Oceanía.

Un embarque de pólvora "especial", desde Europa, puso en aprietos a las directivas del festival en otra oportunidad, pues algunas autoridades consideraron que era material para alguna organización terrorista, admitió Pizarro.

"La compañía nos decía que la pólvora 'era distinta y que no era un rayo de luz sino un grano de oro', y, pensamos, 'nos van a coger de bobas', pero era verdad, eran granos de oro", agregó.

Sin embargo, para la clausura en 2008, finalmente pudieron traer al Grupo F, de Francia, que usa esa "pólvora especial, pegada al cuerpo".

La preparación de cada una de las versiones del festival demandaba tiempo, extensos recorridos y agotadoras jornadas para convencer patrocinadores, y Mikey logró convertir al Iberoamericano en uno de los más importantes festivales de teatro del mundo.

La estruendosa carcajada de Fanny Mikey resuena en las oficinas del festival en Bogotá, cuyas paredes están adornadas con fotografías históricas, las de los últimos años de su vida con su característico pelo teñido de rojo.

Pizarro está convencida de que "cada uno de los colombianos sabe que (el festival) es un icono muy importante que se debe mantener".

Puntualiza en que "no solamente los grupos de teatro sino las agencias, los gobiernos, los productores, se sienten con la obligación de mantener un compromiso" para la próxima edición en marzo de 2010", y así concluye, rendir "el homenaje más bello" a Fanny, la mujer que "siempre soñó en grande".

EFE
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