Cavalli sueña con nieblas y pieles en su colección para el próximo otoño

Moda y Belleza - Jueves, 21 / Oct / 2010
 
Roberto Cavalli en Cali Exposhow. EFE
Roberto Cavalli en Cali Exposhow. EFE
Roberto Cavalli en Cali Exposhow. EFE
Roberto Cavalli en Cali Exposhow. EFE
Una suave niebla se interpuso entre el ojo de Roberto Cavalli y la piel de los jaguares, esa que siempre ha estampado en sus diseños con colores vivos y que en Cali volvió a tomar el protagonismo en tonos delicados.

Finas sedas, diseños sueltos y superposición de piezas definen la nueva colección Otoño-Invierno 2011 que el italiano presentó en la décima edición del Cali Exposhow, una de las pasarelas de moda más importantes de Colombia.

Las bandoleras de pieles y las espaldas desnudas jugaban con las asimetrías sobre los cuerpos de las modelos, que con un aire salvaje y sensual exhibieron cortes de líneas sueltas y pantalones sarouel.

"Cavalli ha querido interponer una suave niebla entre nosotros y ese jaguar al que recurre y convertirlo todo en algo más suave", dijo a Efe Maximo Venezziano, director de comunicación del diseñador.

Con algunos guiños a sus clásicas obras ceñidas, Cavalli no renunció a los modelos de líneas masculinas, siempre en tonos negros, beige o blancos.

Sin embargo, esta vez el italiano decidió inclinarse por las piezas amplias y holgadas que, lejos de dejar atrás el erotismo femenino se acercan a él mediante la intuición y la complicidad de la seda que deja a la imaginación dibujar las curvas de los cuerpos.

En su apuesta por la noche, el italiano se zambulló en las piezas de lentejuelas y sencillos engarzados así como en las americanas cortas y ceñidas con bordados en hilos dorados de cierta inspiración imperial.

Pañuelos largos y gaseados que dan varias vueltas al cuello de las maniquíes resultaron ser el complemento indispensable en su concepto para la próxima temporada, dando así un sentido sofisticado y a la vez despreocupado a su colección.

Los espejos de la pasarela caleña fueron testigos de los sueños de Cavalli, quien hoy pisó por primera vez territorio latinoamericano para mostrar su obra tras cuarenta años creando tendencia.

Situado entre los cuatro mejores modistos del mundo, después de presentar sus nuevos diseños el italiano rindió homenaje a sus cuatro décadas de éxitos con una selección de vestidos que recorrió de principio a fin toda su carrera.

La sala volvió de súbito a la Antigua Grecia con los primeros diseños de Cavalli, con tonos blanco puro y piedras engarzadas en la cintura, dejando que las largas y vaporosas colas de los vestidos acariciaran el suelo.

Volvieron a escena las plumas sobre los hombros de las modelos que intercambiaron estilos basados en los brillos, dorados, plateados y pedrería, con telas limpias y de cortes simples en tonos mate.

La colección conmemorativa de Cavalli hizo evidente una vez más cuáles son las señas de identidad del modisto, que podrían resumirse en inspiraciones animales, líneas sencillas y espaldas desnudas, señas de identidad que sacan a la mujer su lado más sensual, salvaje y al mismo tiempo delicado.

Cuarenta años más tarde el diseñador italiano demostró que su moda continúa teniendo la misma esencia y la misma capacidad para viajar a un mundo selvático, a la vez que mágico, de la mano de la inspiración animal y del brillo de las rocas.

"Espero que todos ustedes hayan soñado esta noche", dijo Cavalli al término del desfile en medio del baño de aplausos de las más de mil personas que allí se congregaron y que parecían acabar de haberse despertado.

EFE
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